A dos días de las elecciones en Brasil, Jair Bolsonaro aún no reconoció públicamente su derrota contra Lula da Silva. Mientras el actual presidente brasilero permanece en silencio, sus seguidores cortan más de 170 rutas de acceso en rechazo al ganador del balotaje.
Los bloqueos comenzaron el domingo 30 de octubre por la noche luego de que los resultados hayan consagrado al líder del PT (Partido de los Trabajadores) como presidente electo de Brasil. Sin embargo, los cortes se extendieron por dos días y la situación lejos está de controlarse.
La Policía Federal de Carreteras (PRF) reportó más de 250 cortes totales o parciales de rutas en 23 de los 27 estados, por lo que no solo se vio afectado el tránsito, sino que hay vuelos retrasados y desabastecimiento de algunos productos básicos como alimentos y combustibles.
“Lula no”, rezaba un cartel que colgaba del viaducto de Sao Paulo. De igual forma, el estado que registró más bloqueos es el de Santa Catarina, una de las regiones en donde Bolsonaro tiene más fuerza, de acuerdo con la información de AFP.
Ante esta situación, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, autorizó a las fuerzas policiales a tomar las medidas que sean necesarias para controlar la situación y garantizar el tránsito en las principales vías de acceso. Al mismo tiempo, instó al director de la PRF, Silvinei Vasques, a actuar, ya que lo amenazó con removerlo de su cargo.
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En algunos estados, la Policía Militar comenzó a avanzar contra los manifestantes que bloqueaban las rutas con gases lacrimógenos y balas de goma. Al respecto, el gobernador de Sao Paulo, bolsonarista, aseguró que “las elecciones terminaron” y que el Estado “respeta los resultados de los comicios”, por lo que aclaró que “ninguna manifestación hará retroceder la democracia”.
El silencio de Bolsonaro
Esta situación se dio luego de que Bolsonaro haya perdido las elecciones en Brasil por casi dos puntos de diferencia con Lula da Silva, puesto que obtuvo el 49.10.% de los votos contra el 50.90% que sacó el PT.
Sin embargo, el presidente de Brasil no aceptó oficialmente su derrota, por lo que sus ministros y gran parte de los demás funcionarios instan al mandatario a reconocer los resultados de las elecciones y solicite a sus simpatizantes que liberen las rutas. Hasta el momento, solo existió una comunicación de su vocero, en la que asegura que Bolsonaro "no impugnará el resultado".
RdC / MCP