España registró la cifra más baja de casos nuevos de coronavirus en más de dos semanas, una señal de que los contagios en el mayor núcleo de Europa se están desacelerando.
Las nuevas infecciones fueron de 4.273, elevando el total a 135.032, según datos del Ministerio de Sanidad del lunes. El número de muertes aumentó en 637 a 13.055 en las últimas 24 horas, un incremento más bajo que las 674 del domingo y la menor cifra de muertes diarias desde el 24 de marzo.
Con más muertes por la enfermedad que China, donde se originó la pandemia, la opinión pública sobre la gestión de la crisis por parte del Gobierno se ha ido deteriorando constantemente. Solo el 27,7% de los votantes aprueban las medidas de la Administración, frente al 35,1% hace tres semanas, según una encuesta de GAD3 publicada el lunes por el periódico español ABC.
El país está bajo medidas de confinamiento domiciliario desde el 14 de marzo y el presidente Pedro Sánchez anunció durante el fin de semana que solicitará la aprobación parlamentaria para ampliar el actual estado de alarma otras dos semanas hasta el 25 de abril.
Durante la prórroga, ciertas actividades, como la construcción, podrán reiniciarse en un intento del Gobierno de aliviar la presión a la maltrecha economía, que ha sufrido un gran impacto por las restricciones generales a los viajes.
Es probable que las restricciones se prolonguen aún más, aunque el líder español dijo que habrá cambios para gestionar la vuelta a la normalidad.
Para apoyar el desbordado servicio de salud pública, el Gobierno de España ha recurrido a las fuerzas armadas, desplegando unos 7.000 efectivos en la mayor operación militar en tiempos de paz. El Ejército está ayudando en la instalación de 16 hospitales temporales, transportando equipo médico desde China y trasladando pacientes, según ha informado la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Para amortiguar el impacto económico de la pandemia, la Administración de Sánchez anunció un paquete de estímulo de 100.000 millones de euros (US$108.000 millones) y ha suspendido temporalmente ciertas obligaciones de pago para los trabajadores autónomos y las pequeñas y medianas empresas.
El Gobierno también quiere introducir algún tipo de ingreso básico garantizado pronto, que se mantendrá incluso después de que pase la crisis, dijo el domingo la ministra de Economía, Nadia Calviño.