Los estudiantes brasileños están prolongando sus años de universidad en tanto una recuperación económica anémica los lleva a demorar su graduación para evitar enfrentarse a un mercado laboral aún adverso.
En lugar de buscar empleo, los estudiantes siguen en las universidades y en cambio buscan programas de aprendices y pasantías pagas. Esos períodos en Brasil suelen durar dos años, lo que permite a los futuros buscadores de empleo seguir ganando dinero pero no sumarse a los casi 13 millones de desempleados de la mayor economía de América Latina.
“En muchos casos no hay vacantes y las empresas quieren mantener la relación de trabajo con nuestros estudiantes bajo la forma de una pasantía”, dijo Renato Guimarães Ferreira, coordinador de la Escuela Brasileña de Administración Pública y de Empresas de la Fundación Getúlio Vargas. “Por eso los estudiantes prolongan su permanencia en la universidad evitando tomar el curso que necesitan para concluir la carrera o retrasando la entrega del trabajo necesario para aprobar el curso”.
“En muchos casos no hay vacantes y las empresas quieren mantener la relación de trabajo con nuestros estudiantes bajo la forma de una pasantía”, dijo Renato Guimarães Ferreira
La escuela tuvo este año un aumento de 10 por ciento de la cantidad de estudiantes inscriptos en programas de pasantías en comparación con 2017, añadió.
Las compañías demoran las contrataciones y las inversiones en tanto Brasil, que todavía no ha superado la recesión más profunda en un siglo, se prepara para las elecciones más inciertas en décadas. El desempleo entre las personas de 18 a 24 años fue de 32 por ciento en el segundo trimestre de 2018, con lo que superó el 27 por ciento del mismo período del año pasado. El desempleo de las personas con título universitario se ubica en 9,3 por ciento frente a 8,5 por ciento del año pasado.
Los estudiantes que normalmente habrían dejado de lado las pasantías para centrarse en acelerar la graduación ahora inician la carrera profesional mientras todavía están en la universidad, dijo Camilla da Veiga, gerente de empleabilidad de Kroton Educacional SA, la compañía de educación con fines de lucro más grande del mundo.
“Los estudiantes están más interesados en buscar una pasantía ya que su salario podría contribuir mucho al presupuesto familiar hoy día”, señaló. Las vacantes de pasantías registradas en la base de datos de Kroton aumentaron 30 por ciento en los primeros siete meses de este año respecto del mismo período de 2017.
Los pasantes cobran un promedio de 948 reales (US$233) por mes, de acuerdo con los datos que reunió CIEE, institución que brinda capacitación y conecta a los estudiantes con las compañías. Esa cifra es casi la misma del salario mínimo del país de 954 reales.
Postergar la graduación “podría ser adecuado desde el punto de vista individual, ya que hay que sopesar el costo de pasar otro año en la universidad y los beneficios de mantener una pasantía”, dijo Naercio Menezes, profesor de Insper, una escuela de administración de empresas de São Paulo. “Pero perjudica a las facultades y universidades al alterar el flujo normal de estudiantes y el planeamiento universitario”.