El Fondo Monetario Internacional rebajó su perspectiva para la economía mundial devastada por el coronavirus, proyectando una recesión significativamente más profunda y una recuperación más lenta de lo que anticipaba hace solo dos meses.
El fondo dijo el miércoles que ahora esperaba una contracción de 4,9% en el producto interno bruto este año, más del 3% previsto en abril. Para 2021, el fondo pronostica un crecimiento de 5,4%, por debajo de 5,8%.
Después de advertir sobre la mayor recesión desde la Gran Depresión, el FMI dijo que su incrementado pesimismo reflejaba las cicatrices de un impacto de la oferta mayor al esperado durante la fase inicial de la cuarentena, además de la continua repercusión sobre la demanda por el distanciamiento social y otras medidas de seguridad. Para las naciones que luchan por controlar la propagación del virus, una cuarentena más prolongada también afectará el crecimiento, indicó el FMI.
“Ante la implacable propagación de la pandemia, las perspectivas de consecuencias negativas duraderas para los medios de vida, la seguridad laboral y la desigualdad son ahora más desalentadoras”, dijo el prestamista en su actualización de las Perspectivas de la economía mundial.
El FMI advirtió que el repunte en el sentimiento del mercado financiero global “parece desconectado de los cambios en las perspectivas económicas subyacentes”, lo que aumenta la posibilidad de que las condiciones financieras se endurezcan más de lo previsto en su escenario central.
El fondo redujo sus expectativas de consumo en la mayoría de las economías debido a una interrupción de la actividad doméstica mayor a la esperada, impactos a la demanda debido al distanciamiento social y un aumento en el ahorro preventivo.
En las últimas semanas, el FMI repetidamente resaltó que era probable que rebajara sus pronósticos de mediados de abril en función de los datos entrantes, y Gita Gopinath, economista jefe, dijo desde el 8 de mayo que la perspectiva global había empeorado.
Las proyecciones suponen que los países con tasas de infección decrecientes no necesitan restablecer las estrictas cuarentenas del primer semestre y pueden confiar en métodos alternativos, como un aumento de las pruebas, el rastreo de contactos y el aislamiento para contener la transmisión.
Un punto positivo han sido las condiciones financieras, que se han flexibilizado en las economías avanzadas y, en menor medida, en los mercados emergentes.
Las medidas fiscales anunciadas que ascienden a cerca de US$11 billones a nivel mundial, en comparación con los US$8 billones estimados en abril, han ayudado a amortiguar el impacto sobre trabajadores y empresas. Las intervenciones rápidas e innovadoras de los bancos centrales han limitado el aumento de los costos de endeudamiento, y los flujos de cartera hacia mercados emergentes se han recuperado de retiros récord.
El fondo dijo que su nuevo pronóstico está sujeto a revisión, dependiendo de la duración de la pandemia y las cuarentenas, el distanciamiento social voluntario y la capacidad de los trabajadores desplazados para encontrar trabajo.
“Crisis de la deuda”
El pronóstico podría estar sujeto a actualización si hay un avance médico o la actividad empresarial se reanuda más rápidamente, pero los significativos riesgos a la baja incluyen brotes que requieren más cuarentenas o condiciones financieras más estrictas.
“Esto podría llevar a algunas economías a crisis de deuda y ralentizar aún más la actividad”, dijo el FMI.
En EE.UU. se espera que el PIB se contraiga 8% en 2020, en comparación con la proyección anterior de 5,9%. La economía más grande del mundo podría crecer 4,5% el próximo año, dijo el FMI.
La eurozona probablemente se contraerá 10,2% en 2020 y se expandirá 6% en 2021, dijo el fondo.
El FMI considera que las economías avanzadas se encogerán más, con una contracción de 8%, en comparación con 6,1% previamente. Las economías de mercados emergentes y en desarrollo verán una contracción de 3%, en comparación con el pronóstico de 1% en abril. China logrará expandirse 1%, con el apoyo de estímulos políticos.
Caída del comercio
América Latina se ha visto afectada por el virus debido en parte a sistemas de salud menos desarrollados, y se pronostica que sus dos economías más grandes, Brasil y México, se contraerán 9,1% y 10,5%, respectivamente.
El volumen del comercio mundial de bienes y servicios probablemente caerá 11,9% este año, indicó el fondo.
El FMI advirtió que el impacto de la pandemia podría aumentar significativamente la desigualdad, y se pronostica que más de 90% de las economías de mercados emergentes y en desarrollo mostrarán disminuciones en el ingreso per cápita.
El FMI presenta dos escenarios alternativos. En uno, hay un segundo brote de virus a principios de 2021, con interrupciones en la actividad económica interna cercanas a la mitad del tamaño de las previstas para este año. El escenario supone que los mercados emergentes sufren un daño mayor que las economías avanzadas, dado que el apoyo a los ingresos es más limitado. En ese caso, la producción estaría 4,9% por debajo de la línea de base para 2021 y se mantendría por debajo de la línea de base en 2022.
En el segundo escenario, con una recuperación más rápida de lo esperado, la producción global sería aproximadamente medio punto porcentual mejor que la línea de base este año y 3% por encima de la línea de base en 2021.