Los ministros de finanzas del Grupo de los Siete exhortaron a China en un comunicado que instaba a los países acreedores a ayudar a las naciones en desarrollo que enfrentan dificultades con sus deudas.
“Sigue siendo esencial que todos los países acreedores relevantes –incluidos países que no pertenecen al Club de París, como China, con grandes prestamos por cobrar a naciones de bajos ingresos que enfrentan problemas de sostenibilidad de su deuda– contribuyan de manera constructiva a los tratamientos de deuda necesarios”, dijeron los funcionarios el viernes en un comunicado después de dos días de reuniones cerca de Bonn, Alemania.
El G20, una agrupación más amplia de naciones desarrolladas y emergentes, ha elaborado un llamado Marco Común que apunta a agilizar el proceso de organización de los acreedores para que actúen de forma conjunta en abordar los problemas entre los deudores en dificultades. Es algo similar al Club de París, un foro que existe hace décadas y que apunta a renegociar deuda que involucre a acreedores oficiales.
El proyecto ha cobrado mayor importancia a medida que las mayores tasas de interés en el mundo desarrollado, el fortalecimiento del dólar y la desaceleración del crecimiento mundial han hecho que las condiciones sean más difíciles para los países altamente endeudados.
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Autoridades de algunas democracias avanzadas han expresado frustración de que China haya tardado en integrarse al proceso de renegociación de deuda. La participación de Pekín es crucial porque, en los últimos años, China se ha convertido en el principal acreedor oficial para los países en desarrollo.
“Es importante que se aliente expresamente a China a contribuir” para ayudar a gestionar la crisis en los mercados emergentes, dijo el viernes el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, anfitrión de la cumbre, en una conferencia de prensa posterior a la reunión.