El presidente argentino, Alberto Fernández, pidió a su gobierno que se tomen “todas las medidas necesarias” para enfrentar la inflación del 52% que se está viendo “agravada” por el aumento de los precios mundiales de los productos básicos debido a la invasión de Rusia a Ucrania.
En un discurso sombrío de 18 minutos, Fernández dijo que sus ministros comenzarían a implementar nuevas medidas a partir del sábado sin brindar detalles sobre las políticas. Anteriormente en la semana, el presidente declaró una “guerra contra la inflación” poco antes de que los datos publicados el martes mostraran que los precios se aceleraron por tercer mes consecutivo en febrero.
“Estamos en una situación extraordinaria que requiere soluciones extraordinarias”, dijo Fernández este viernes. El enfoque de su gobierno “a partir de este momento será implementar todas las medidas necesarias para enfrentar a la inflación”.
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El discurso se produce un día después de que el Senado de Argentina aprobó el acuerdo pendiente del Gobierno por US$45.000 millones con el Fondo Monetario Internacional. Es probable que las próximas medidas no formen parte de las políticas descritas en el pacto del FMI, que podría ser aprobado por el Directorio de la institución la próxima semana.
La amplia coalición gobernante de Fernández resultó dividida después de la votación sobre el acuerdo con el FMI, con la estrategia de inflación como tema central. Algunos senadores de su coalición votaron en contra del acuerdo, argumentando que el rango objetivo de inflación de este año de 38% a 48% “nunca se alcanzará”.
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El presidente dijo que la guerra en Ucrania no es la causa principal de la inflación argentina, pero que está “causando mayores problemas”. Economistas privados han descrito otros factores que impulsan la inflación en la segunda economía más grande Sudamérica: la eventual eliminación de los subsidios a las facturas eléctricas, un ritmo más rápido de devaluaciones controladas del peso y negociaciones salariales con los sindicatos, entre otros.
No se espera que los precios bajen pronto después de que los costos de los alimentos subieron aún más en marzo y tras el aumento del Gobierno de casi el 10% en el combustible. Los analistas de JPMorgan Chase & Co. prevén que la inflación anual alcance un 62% a finales de este año. “Nos pondremos al frente en la lucha contra la inflación”, concluyó Fernández.
