Huawei Technologies Co., el mayor fabricante de teléfonos inteligentes de China, está utilizando su poder político y financiero para enfrentar las acusaciones de Estados Unidos que inculpan a la compañía de estar involucrada en fraude bancario, robo de tecnología y espionaje.
La iniciativa probablemente no funcionará, según expertos legales estadounidenses.
"No veo que Estados Unidos ignore estos casos", dijo Peter Henning, un exfiscal federal que actualmente es catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Wayne en Detroit.
Huawei ha combatido enérgicamente los reclamos de EE.UU. de que ni las empresas ni los gobiernos pueden confiar en ella. La compañía ha desplegado esfuerzos para convencer a países de todo el mundo de ignorar las advertencias estadounidenses contra sus productos. El miércoles, Huawei presentó una demanda manifestando que EE.UU. infringió la ley al prohibir a las agencias gubernamentales utilizar equipos de Huawei en los contratos. Se basa en el argumento de que el Congreso ha señalado a la compañía para castigarla, en violación a la Constitución de EE.UU. puesto que no le ha dado una oportunidad justa de defenderse.
Y al considerar que todo esto se está llevando a cabo en medio de prolongadas negociaciones entre China y Estados Unidos para resolver una guerra comercial, existe una intensa especulación sobre cómo podrían usarse los casos como moneda de cambio para el presidente Donald Trump.
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Las batallas legales de Huawei
"La enérgica respuesta de la empresa ante los cargos criminales reflejaría el deseo de realizar una campaña de relaciones públicas fuera del sistema de justicia de EE.UU. y combatir los reclamos que ponen en riesgo miles de millones de dólares en ventas fuera de China", destacó Alexander Capri, investigador visitante de la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Singapur.
"Huawei está en medio de un ataque relámpago de relaciones públicas", señaló Capri. "Las acusaciones de espionaje han dañado la imagen de la compañía y, si un número significativo de aliados de EE.UU. bloqueara o restringiera el acceso de Huawei a la tecnología o a los mercados occidentales, la compañía estaría en serios problemas".
China y su deseo de dominar la Internet
China se ha vuelto adicta a los dispositivos tecnológicos occidentales, y Huawei no puede darse el lujo de quedar aislada de los proveedores de EE.UU., especialmente cuando intenta crear la próxima generación de módems inalámbricos del mundo, afirmó Capri. El año pasado, la administración de Trump prohibió a la empresa china ZTE Corp. comprar tecnología estadounidense esencial por violar las sanciones a la exportación contra Irán y Corea del Norte. ZTE eventualmente pagó más de US$1.000 millones en multas.
Arresto insólito
Sin embargo, las acciones judiciales de Huawei probablemente no se desviarán, según expertos legales estadounidenses. Esto se debe en parte a la forma en que se manejaron, con el insólito arresto en Vancouver el 1 de diciembre de Meng Wanzhou, directora de finanzas de Huawei e hija del fundador de la compañía, sumado a una conferencia de prensa muy publicitada en Washington al mes siguiente, en la que se dieron a conocer las acusaciones.
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Además, las denuncias en medio de los dos casos, de que Huawei robó secretos comerciales a una empresa estadounidense y que vulneró las sanciones de EE.UU. a Irán, son temas que el gobierno de Trump ha transformado en una de sus principales prioridades. Si bien los fiscales siempre pueden descartar los casos, es muy poco probable que lo hagan, incluso si eso fomentara las negociaciones comerciales. Un acuerdo, por otra parte, podría ser un objetivo más razonable para Huawei.