La devastación causada por el huracán Dorian en las Bahamas podría costarle al país US$7.000 millones en pérdidas aseguradas y no aseguradas, según una estimación de la modeladora de riesgo Karen Clark & Co.
La estimación preliminar suma daños a propiedades comerciales, residenciales e industriales, así como gastos de trastornos de negocios, dijo la compañía en un informe el jueves. La cifra no incluye pérdidas de vehículos ni daños a la infraestructura.
Dorian devastó las Bahamas como una tormenta de categoría 5, causando la muerte de al menos 20 personas en la isla de Ábaco, y llega a las Carolinas con categoría 3. La mayor parte del daño en las Bahamas ocurrió en Ábaco y Gran Bahama, según Karen Clark. Los analistas de UBS Group AG estiman que la tormenta causará hasta US$10.000 millones en pérdidas aseguradas, inferior al pronóstico inicial del banco de US$25.000 millones.
"Dorian pasará a la historia como la peor catástrofe en esta región, no solo por la velocidad del viento más alta registrada en el Atlántico Norte, sino también porque la tormenta se estancó en Ábaco y Gran Bahama durante más de 24 horas", dijo Karen Clark en su informe.
El huracán dejó unos 760 mm de lluvia en las Bahamas. La Guardia Costera de Estados Unidos envió helicópteros MH-60 Jayhawk a la isla Andros, en el sur del archipiélago, para ayudar con las tareas de búsqueda y rescate, mientras que los pobladores atrapados en sus hogares inundados hacían llamados desesperados. El gobierno de Bahamas pidió a los dueños de motos acuáticas que cooperen con las tareas de rescate.
El huracán dejó unos 760 mm de lluvia en las Bahamas
Imágenes aéreas de la isla Gran Ábaco emitidas por CNN muestran escenas de daños catastróficos, con centenares de viviendas sin techo, autos volcados, enormes inundaciones y escombros por todos lados.
Nacido como depresión tropical el 24 de agosto en el Atlántico, Dorian es de un tamaño relativamente pequeño pero raro por su lentitud, una característica que extendió en el tiempo el sufrimiento del archipiélago. Ahora es el segundo huracán más violento del que se haya tenido registro, en igualdad con otros dos de 1988 y 2005 por la velocidad máxima alcanzada de sus vientos, con picos de 295 km/h registrados el domingo. El récord pertenece a Allen, que en 1980 alcanzó 305 km/h.
