La inflación de la zona del euro subió a otro máximo histórico, respaldando los llamados al Banco Central Europeo para que continúe con su primera alza de tasas de interés desde 2011 con otro gran incremento.
Los precios al consumidor aumentaron en julio un 8,9% con respecto al año anterior, frente al 8,6% del mes pasado, impulsados nuevamente por los crecientes costos de la energía y los alimentos. La cifra superó las expectativas de los economistas encuestados por Bloomberg, quienes esperaban un aumento del 8,7%.
Después de desacelerarse en junio, un indicador de inflación subyacente que excluye energía y alimentos también alcanzó un récord del 4%.
La inflación de Alemania se acelera y presiona al Banco Central Europeo
La intensificación de las presiones sobre los precios hizo que el BCE sorprendiera a los economistas al realizar un aumento de medio punto en su tasa de depósito este mes. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo en ese momento que es importante abordar cualquier señal de que las expectativas de inflación se están afianzando.
En una entrevista realizada después de la reunión del BCE de julio, el miembro del Consejo de Gobierno Martins Kazaks instó a un alza “bastante significativa” cuando los funcionarios se reúnan en septiembre para fijar las tasas. Esa postura se vio reforzada por el segundo incremento consecutivo de 75 puntos básicos que la Reserva Federal realizó esta semana.
Más allá de la política monetaria, los Gobiernos del bloque de 19 naciones han aportado miles de millones de euros en apoyo para aliviar a los hogares. No obstante, Francia y España volvieron a registrar récords de inflación este mes, según mostraron datos también publicados el viernes.
Los vientos en contra en la región, de hecho, se están intensificando. El sector manufacturero ha estado informando de una caída pronunciada de la demanda, mientras que los precios más altos están frenando la actividad del sector de servicios, según una encuesta reciente realizada por S&P Global.
JPMorgan y Goldman Sachs se encuentran entre los principales bancos que predicen una recesión, y Goldman dice que en realidad ya está comenzando este trimestre. Sin embargo, sigue sin estar claro cómo afectará eso a la inflación, y la energía —el principal impulsor de los precios hasta el momento— sigue siendo la mayor incógnita.
