Los bancos argentinos tuvieron un mal desempeño el año pasado y ahora, el mayor prestamista del país dice que la industria está en riesgo de que esa historia se repita.
Si bien en 2020 los créditos incobrables y las regulaciones gubernamentales fueron los principales culpables, este año habría que agregar a la lista el aumento de la inflación, según Fabián Kon, director ejecutivo de Banco Galicia, el mayor banco de Argentina por capitalización de mercado.
“Si la inflación es alta, existe el riesgo de que los resultados bancarios caigan a niveles muy bajos o negativos en términos reales”, dijo Kon en una entrevista desde su casa en Buenos Aires.
Las expectativas son exactamente esas: en 2020, la tasa de inflación de Argentina fue de 36%, y Galicia predice que este año podría intensificarse a cerca de 40%. Eso agravaría los problemas para una economía que se encuentra devastada por una recesión, que se encuentra en su tercer año, el aumento de las deudas incobrables y la reducción de la demanda de nuevos créditos. Al mismo tiempo, las extensas regulaciones bancarias han reducido los márgenes de ganancia.
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La cartera crediticia de Banco Galicia se concentra en el sector de consumo, especialmente en tarjetas de crédito y créditos personales. El desafío de Kon será mantener la rentabilidad, incluso cuando esos negocios se vean afectados por regulaciones gubernamentales.
El banco central exige que los bancos paguen tasas de interés mínimas de 37% sobre los depósitos minoristas, mientras que les permite cobrar solo 24% en los créditos a pequeñas y medianas empresas. La inflación, los controles de divisas y las restricciones a la distribución de dividendos se suman al dolor de cabeza de ejecutivos bancarios como Kon.
En noviembre, los bancos privados registraron, en promedio, un retorno sobre los activos de 2,2%, el nivel más bajo en ocho meses y uno de los dos peores meses de los últimos 10 años, según el último informe del banco central. El rendimiento de capital cayó a 14,6%, el más bajo desde 2007.
Kon, quien ingresó al banco hace 20 años y ha sido gerente general desde 2016, dijo que su estrategia estará enfocada en 3 cosas: aumentar el número de clientes un 5% en 2021, profundizar las relaciones con los clientes y expandir la digitalización.
El director ejecutivo de 62 años también se mostró abierto a la opción de adquirir bancos más pequeños en el mercado local, donde los resultados no fueron mucho mejores.
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“Galicia tiene hoy niveles históricamente altos de capitalización, y eso será un jugador en las oportunidades que surjan en ese mercado en consolidación”, indicó. Kon se negó a nombrar posibles objetivos, pero dijo que el sector de tecnología financiera del país está saturado. Las empresas digitales con menos de 2 millones de usuarios tendrán dificultades para ser rentables, según Kon.
Grupo Financiero Galicia, la empresa matriz del banco, es la acción más líquida de Argentina y suele ser uno de los principales beneficiarios de las entradas cuando mejora el optimismo de los inversionistas. Las acciones de la compañía cayeron 46% en 2020, mientras que los competidores Banco Macro SA y Banco BBVA Argentina SA cayeron 57% y 42%, respectivamente.
Los mercados argentinos se vieron muy afectados por la reestructuración de la deuda de US$65.000 millones de la nación en septiembre, señaló Kon.
Galicia espera que su índice de morosidad, que en el tercer trimestre del 2020 fue de 2,5%, se reduzca este año a medida que cede la pandemia. El crecimiento de los créditos será “mucho mayor” que en 2020, cuando los créditos denominados en pesos aumentaron 50% en el tercer trimestre respecto al año anterior.
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Kon dijo que el banco central debería eliminar las medidas que permiten a las personas posponer los pagos de sus créditos, lo que dificulta a los bancos evaluar si los créditos serán o no liquidados; desalentar el uso del efectivo, que a menudo se asocia con la evasión fiscal; y permitir que los bancos compitan en las tasas de interés de los créditos. Las regulaciones actuales del banco central obligan a los bancos a cobrar tasas muy similares.
Un factor clave para los activos argentinos este año, incluidas las acciones de Galicia, serán las conversaciones del Gobierno para retrasar los pagos por US$44.000 millones al Fondo Monetario Internacional. Kon indicó que espera que las negociaciones sean lentas y que el FMI solicite límites al gasto público y cambios en los controles de capital que se han establecido.
Los controles son una “solución transitoria” que deben terminarse a medida que el país arregla sus desequilibrios macroeconómicos, dijo. Desde septiembre de 2019, el país tiene un acceso cada vez más limitado a las divisas, lo que ha provocado que los tipos de cambio paralelos del mercado negro se multipliquen.
“No esperamos que en 2021 existan las condiciones para unificar los tipos de cambio”, dijo Kon. “Esto podría ser posible en 2022, luego de una reducción del déficit fiscal y un período en el que el banco central acumule reservas”.