Japón anunció que reanudaría la caza comercial de ballenas en julio, lo que generó críticas de Australia y Nueva Zelanda, países que rechazan con fuerza esta práctica.
El secretario jefe del gabinete japonés, Yoshihide Suga, señaló el miércoles que el país se retiraría de la Comisión Ballenera Internacional y que solo cazaría ballenas en sus propias aguas territoriales y zona económica exclusiva. Suga informó en un comunicado que Japón no cazará mamíferos marinos en el Océano Austral ni en el hemisferio sur, donde los balleneros a veces combaten a los activistas ambientales con cañones de agua.
Si bien es probable que esta decisión moleste a los socios comerciales y de seguridad de Japón, como Australia y Nueva Zelanda, la caza de ballenas podría complacer a algunos votantes, quienes han expresado su molestia ante las críticas extranjeras a las prácticas de caza del país. El distrito electoral del primer ministro, Shinzo Abe, en el oeste de Japón incluye el antiguo centro ballenero de Shimonoseki y la carne de ballena era un plato común en las escuelas de la nación.
La caza de ballenas podría complacer a algunos votantes
Suga dijo que Japón decidió abandonar la comisión de caza de ballenas luego de más de 30 años de esfuerzos infructuosos para lograr que se levante la moratoria de la caza comercial de estos mamíferos. El país ha eludido las restricciones al llevar a cabo lo que denomina "caza científica de ballenas", ya que la carne de estos animales capturados en este programa a menudo termina en tiendas y restaurantes.
La ley internacional otorga a Japón derechos económicos exclusivos sobre una vasta región que abarca casi 4,5 millones de kilómetros cuadrados. Esa distancia es más grande que la superficie terrestre de la India.
Decisión "lamentable"
Tanto Australia como Nueva Zelanda emitieron declaraciones diciendo que les decepcionaba esta decisión, pero que valoraban el fin de la caza en el Océano Austral.
"Su decisión de retirarse es lamentable y Australia insta a Japón a regresar", señalaron la ministra de Relaciones Exteriores, Marise Payne, y la ministra de Medio Ambiente, Melissa Price, en un comunicado conjunto. "Australia sigue oponiéndose resueltamente a todos los tipos de caza comercial y "científica" de ballenas. Continuaremos trabajando dentro de la comisión para defender la moratoria global sobre la caza comercial de estos cetáceos".
Por su parte, Suga dijo en su declaración que la caza comercial se llevará a cabo de conformidad con el derecho internacional y dentro de los límites de captura calculados por el método que adoptó la comisión de caza de ballenas para evitar un impacto negativo en las poblaciones de animales.
"La caza de ballenas ha estado apoyando a las comunidades locales y, por lo tanto, ha desarrollado la vida y la cultura del consumo de estos mamíferos", declaró Suga. "Japón espera que más países compartan la misma posición para promover el uso sostenible de los recursos de vida acuáticos basados en evidencia científica, que de este modo se transmitirá a las generaciones futuras", puntualizó.
C. P.