El timonel de la Organización Mundial del Comercio respondió a la amenaza del presidente Donald Trump de abandonar la institución y advirtió que tal medida causaría un caos en las compañías estadounidenses que operan en todo el mundo.
En una entrevista con Bloomberg el jueves en el Despacho Oval, Trump advirtió que retirará al país de la OMC "si no cambian su actitud". Asimismo, el presidente calificó la creación del organismo en la década de 1990 como "el peor acuerdo comercial jamás realizado".
Roberto Azevedo, director general de la OMC, informó a Bloomberg el viernes que ya trabaja con EE.UU. y otros miembros para abordar algunas quejas frecuentes, aunque advirtió que la salida estadounidense tendría consecuencias caóticas para la economía global y para el mismo país.
"Los escenarios no serían buenos para nadie", afirmó. "EE.UU. representa aproximadamente el 11% del comercio mundial, por lo cual su abandono sería un golpe para la organización, pero también para ese país".
Agregó que dicha medida dejaría a las empresas estadounidenses vulnerables a la discriminación comercial y nuevos aranceles en todo el mundo si los otros miembros ya no estuvieran sujetos a las normas de la OMC.
"Eso es lo peor que le puede pasar a una economía tan conectada globalmente como la estadounidense", argumentó Azevedo.
El crecimiento global sigue siendo fuerte, aclaró. Pero incluso antes de la última ronda de aranceles aplicados entre EE.UU. y China, la OMC estaba preocupada por el creciente proteccionismo en el mundo y Azevedo dijo que están sonando "varias alarmas".
Peor aún, las medidas proteccionistas "se están extendiendo muy, muy rápido", afirmó, y se espera que a menos tardar la próxima semana EE.UU. imponga tarifas a otros US$200.000 millones en importaciones desde China. Las dos mayores economías del mundo ya se han impuesto mutuamente aranceles por un valor de US$100.000 millones desde julio, puesto que las negociaciones no lograron resolver las preocupaciones de EE.UU. respecto a las prácticas comerciales del gigante asiático.
Azevedo dijo que estaba en conversaciones con EE.UU. y otros miembros sobre la necesidad de implementar reformas en la OMC y cambiar las reglas del comercio mundial.
En particular, varios otros miembros de la organización se sumaron a las preocupaciones de Washington sobre temas relacionados con China, como las deficiencias en la normativa comercial mundial ligadas a los subsidios industriales, la conducta de las empresas estatales y el robo de propiedad intelectual.
El titular mencionó el acuerdo de julio entre Trump y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que incluía el compromiso de trabajar junto a otros países en las reformas de la OMC. También están en curso conversaciones entre EE. UU., la UE y Japón sobre sus conflictos en común con China, además de discusiones entre la UE y China sobre sus relaciones comerciales bilaterales y cómo reformar el sistema comercial basado en reglas.
"Todo esto es, supongo, el comienzo o las semillas del tipo de conversación que necesitamos sobre cómo modernizar la OMC", sostuvo Azevedo.
Una de las principales quejas de Trump sobre la OMC es que se trata injustamente a EE.UU. por su sistema de disputas y pierde muchos de los casos.
Azevedo rechazó ese reclamo, no obstante, y señaló que "a EE.UU. se le trata exactamente de la misma manera que a cualquier otro miembro de la OMC".
En su condición de mayor economía del mundo "lo cierto es que EE.UU. ha presentado más casos de disputas que cualquier otro país" y ha sido blanco de más quejas que cualquier otro miembro, explicó Azevedo.
Como la mayoría de los integrantes, EE.UU. ha ganado más del 90% de los casos que ha iniciado, sentenció, y perdió la mayoría de aquellos en su contra.