Boris Johnson mantuvo a la audiencia y los mercados esperando hasta el final de su discurso antes de dar la noticia: quiere que los conservadores respalden a Theresa May, pero que la presionen para que deseche su plan para el brexit.
En un variado y, en ocasiones, disperso discurso que duró casi 40 minutos, el ex ministro de Relaciones Exteriores, que ha sido una constante espina clavada para la primera ministra, no lanzó una propuesta de liderazgo como algunos temían. En el período previo, sus ataques punzantes contra May y su plan para el brexit parecían indicar que podría hacerlo.
Las críticas sí estuvieron presentes, pero casi el mismo lenguaje que ha usado anteriormente. Pero la diferencia la marcó al hablar de "respaldar a Theresa May apoyando su plan original". Por lo tanto, la conclusión parecería ser una amenaza encubierta al pedirle a May que regrese a su plan de Lancaster House de 2017: abandonar el mercado único y la unión aduanera sin ambigüedades.
Los mercados no se impresionaron por el discurso de Johnson, y la libra mantuvo sus pérdidas previas para luego recuperarse levemente cuando Johnson cerró con el respaldo a May. La moneda caía 0,5 por ciento a US$1,2975 a la 1:53 p.m.