La fuerte caída monetaria en Argentina y Turquía se profundizó este jueves, lo que provocó una ola de ventas en mercados emergentes. El peso se desplomó a un nuevo mínimo, lo que llevó a la Argentina a elevar la tasa de interés de referencia de 45% a 60%. La baja arrastró a una serie de divisas latinoamericanas, que anotaron su menor nivel desde 1992.
En Turquía, la lira también se acercó a un mínimo histórico ante informaciones de que el vicegobernador del Banco Central podría presentar su renuncia. Las pérdidas no se detuvieron allí. El rand de Sudáfrica extendió su desplome, elevando la volatilidad a su mayor nivel desde diciembre de 2016 en medio de un controvertido debate sobre una reforma agraria.
La baja del peso argentino arrastró a una serie de divisas latinoamericanas, que anotaron su menor nivel desde 1992.
Los mercados emergentes se vieron afectados de nuevo ante la preocupación de que los esfuerzos argentinos y turcos para restablecer la confianza de los inversionistas presionen aún más a sus economías, todo esto mientras salpican al resto del mundo en desarrollo. Esto se da en un momento realmente malo si se consideran los otros desafíos que enfrentan los inversionistas: el fin de una era de dinero barato, perspectivas de una guerra comercial global y profundas incertidumbres políticas en países como Brasil.
"Estas monedas están infectando a los mercados emergentes", señaló Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein en Nueva York. "Habrá volatilidad en los titulares y hoy es uno de los días negativos".
CP