El presidente Nicolás Maduro prometió desplegar una nueva política de combustible a medida que se agudiza la crisis en Venezuela, mientras un apagón de tres horas dejó a la capital en la oscuridad el martes justo cuando el presidente planeaba dirigirse a la nación.
Luego que volvieran a encenderse las luces de Caracas, el líder socialista dijo que su próximo plan aliviaría una espiral de crisis económica que ha causado una escasez desenfrenada de bienes de consumo básicos y un acceso limitado a los servicios básicos. Maduro no proporcionó detalles del plan.
"Yo me comprometo y con la nueva política de hidrocarburos nacionales suficiente dinero, plata, en este país para invertir en todo lo que necesite nuestro pueblo sin ningún problema", dijo Maduro en una reunión televisada del gabinete. "Nos va a sobra la plata pues".
Con mayores reservas de petróleo que Arabia Saudita, Venezuela siempre ha ofrecido a sus ciudadanos la gasolina más barata del mundo, llenando un tanque a costos de solo una fracción de un centavo de dólar. Los generosos subsidios estatales también hacen que los servicios públicos, como el agua y la electricidad, sean esencialmente gratuitos. Pero después de años de políticas derrochadas y mala administración, los socialistas gobernantes ahora se están comprometiendo con realizar ajustes para controlar la hiperinflación y una profunda depresión económica.
La semana pasada, Maduro anunció que eliminará cinco ceros de la moneda local, el bolívar, y realizará un censo nacional de vehículos. El censo de tres días comienza el viernes y busca limitar las ventas de gasolina a supuestos contrabandistas, a quienes el gobierno culpa por la creciente escasez de combustible. Aunque no anunció un alza de precios, Maduro advirtió a los que no participan en la encuesta que no serán elegibles para los subsidios estatales.