El candidato que lidera las elecciones presidenciales de Argentina, el libertario Javier Milei, eliminaría la intervención estatal en la gigantesca industria agrícola del país para desencadenar un auge de las exportaciones.
Milei, devoto del libre mercado, prometió terminar rápidamente con las políticas que este siglo han frenado las inversiones agrícolas. Unificaría las tasas de cambio, eliminaría los impuestos y cuotas de exportación, y terminaría la intromisión directa en los precios de los alimentos.
“Es parte de nuestro programa de desregulación”, dijo Milei en una entrevista realizada el miércoles en las oficinas de Bloomberg en Buenos Aires. “Esas son todas las regulaciones de las que tenemos que deshacernos lo más rápido posible”.
Argentina es uno de los principales proveedores mundiales de carne de res así como de harina de soja y maíz para alimentar ganado en otros países. Pero los agricultores no han podido aprovechar completamente el potencial de las vastas llanuras debido a años de intervención del mercado diseñada para impulsar los ingresos fiscales y sofocar la inflación. Milei dice que las altas tasas de pobreza de Argentina prueban que la política ha sido un fracaso.
Dado que planea reducir el gasto público y acabar con la inflación deshaciéndose de la moneda argentina, las intervenciones, además de ir en contra de sus valores libertarios, serían, en teoría, redundantes. Un sistema de libre mercado podría lograr una explosión en la actividad agrícola, según el manifiesto de Milei.
Aun así, es probable que el camino hacia un cambio tan radical sea difícil: si hay protestas callejeras o disidencia en el Congreso, eso puede detener en seco a los inversionistas.
Las exportaciones agrícolas aumentaron durante el breve experimento del Gobierno del expresidente Mauricio Macri de implementar políticas orientadas al mercado. Pero Milei llevaría las cosas un paso más allá al eliminar miles de millones de dólares en impuestos anuales sobre las exportaciones de soja.
En un período de transición, los agricultores pagarían los impuestos a la soja a cambio de un menor cobro del impuesto a la renta, dijo Milei. Se volverían tan ricos bajo Milei, que incluso estarían dispuestos a financiar su Gobierno, dijo, una noción que es anatema para ellos bajo la Administración actual.
Petróleo y litio
En el sector petrolero, Milei dijo que los inversionistas no deberían tener ninguna duda de que volvería a privatizar YPF S.A., que fue nacionalizada en 2012 para encabezar el desarrollo de las riquezas de esquisto de la Patagonia. Pero la privatización no sucedería hasta dentro de unos dos años, ya que un Gobierno de Milei necesitaría tiempo para preparar el cambio a mercados energéticos más libres.
“Necesitamos a YPF y a Enarsa para terminar de ajustar los desequilibrios del sector energético”, dijo Milei.
La floreciente industria del petróleo de esquisto bituminoso de Argentina se ha visto restringida por controles de capital, precios y exportaciones que Milei se propone desterrar. Las restricciones en los flujos de dinero recientemente llevaron a Exxon Mobil Corp. a poner a la venta sus activos de esquisto, de acuerdo al gobernador de Neuquén, el corazón petrolero del país.
En minería y metales, Milei no se desvió de sus ideales y dijo que dejaría los mercados a su suerte.
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El Gobierno ha estado trabajando para evitar que nuevamente los recursos latinoamericanos corran la misma suerte y está tratando de convertir la fiebre del litio de Argentina en una industria local de fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Cuando se le preguntó si abandonaría esos esfuerzos, Milei dijo que no elegiría a los ganadores y que las baterías se deben fabricar donde la gente quiera hacerlas.
Milei indicó que no fomentaría los lazos diplomáticos con China debido a lo que llamó usurpaciones de las libertades personales. Pero tampoco se interpondría en el camino del comercio y la inversión entre China y Argentina. China es un gran comprador de soja y carne de res sin procesar de Argentina, y un desarrollador líder de sus depósitos andinos de litio.
Traducido por Paulina Steffens.
