La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados están cada vez más inclinados a echar por tierra la próxima semana su plan de aumentar la producción, debido a que una nueva variante del coronavirus desencadenó la peor caída del petróleo en más de un año.
La alianza de 23 naciones liderada por Arabia Saudita se está inclinando hacia abandonar un plan para aumentar levemente la producción programado para enero, cuando se reúna del 1 al 2 de diciembre, según delegados, que pidieron no ser identificados. El grupo ya estaba considerando una pausa después de que Estados Unidos y otros consumidores anunciaran el lunes la liberación de reservas de petróleo de emergencia.
“La aparición de una nueva variante del covid que podría generar nuevos cierres y restricciones de viaje es precisamente el tipo de cambio en las condiciones del mercado que podría hacer que los ministros se desvíen de su plan” de agregar barriles, dijo Bob McNally, presidente de la consultora Rapidan Energy Group y exfuncionario de la Casa Blanca.
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Los futuros del crudo cayeron más del 10%, tanto en Londres como en Nueva York, por temor a que la nueva variante del coronavirus identificada en Sudáfrica pudiera frenar la frágil recuperación económica.
La OPEP y sus socios deben agregar otros 400 mil barriles por día en enero a medida que reactivan gradualmente la producción detenida el año pasado a causa de la pandemia. Ya estaban considerando pausar los incrementos después de que el presidente Joe Biden orquestó un despliegue multinacional de reservas estratégicas de petróleo con el fin de controlar los precios de la gasolina y la creciente inflación.
El ministro de Energía de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman, advirtió que los mercados mundiales de crudo están preparados para volver a registrar un superávit el próximo mes y que la demanda corre el riesgo de verse afectada por nuevas infecciones. Una investigación interna de la OPEP muestra que se formará un superávit sustancial a principios del próximo año, que solo aumentará si EE.UU. y sus aliados liberan sus reservas estratégicas.
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Hasta ahora, retener los barriles adicionales mientras EE.UU. y otros países clamaban por ellos habría sido una decisión políticamente tensa y hubiese dañado una relación ya frágil entre Riad y Washington.
Sin embargo, la aparición de una nueva variante del coronavirus, con sus evidentes riesgos para la demanda de combustibles, podría hacer que la congelación de la producción sea mucho más fácil de defender. UBS AG incluso ha sugerido que el grupo podría considerar un recorte de producción.
Aun así, no está claro si tal pausa recibiría el respaldo total del grupo, que se reúne cada mes para revisar los leves incrementos para restaurar la producción suspendida. Miembros como Rusia y Emiratos Árabes Unidos normalmente presionan por continuar con las exportaciones.