En 2018 apareció ocasionalmente un patrón discernible en las acciones estadounidenses: dejar que el mercado manejara su ansiedad durante la noche y se calmara por la mañana. Últimamente, ha sido lo contrario.
Ahora que más amenazas nacen en casa, en diciembre la angustia para las acciones estadounidenses ha surgido durante el día. El lunes volvió a suceder, con la pérdida de entre 19 y 34 puntos del índice S&P 500 futures, entre las 9:30 a.m. y las 10:00 a.m. en Nueva York.
En total, la volatilidad real del mes durante las horas de intercambio es 7,2 puntos más alta que en la sesión nocturna, de acuerdo con Vinay Viswanathan, estratega de derivados de renta variable en Macro Risk Advisors. Eso es más que durante el 94 por ciento del tiempo en los últimos cinco años.
"Hay momentos en que vemos una volatilidad durante la noche muy superior a la volatilidad intradía, por ejemplo, cerca al brexit o durante la crisis de devaluación de China; pero ahora el riesgo está enfocado en EE.UU. y en las horas del mercado", aseguró Viswanathan por teléfono. "Hay mucha fluctuación porque nadie sabe con seguridad cuál debería ser el nivel del S&P 500".
El S&P 500 había caído 0,5 por ciento a las 10:44 a.m. en Nueva York, recuperándose de una caída de hasta 1,3 por ciento poco después de la apertura.
La brecha de volatilidad no significa que los operadores no reaccionen a las noticias de Asia o Europa; lo hacen, pero no en la medida en que lo hicieron durante la votación del brexit en 2016 o la devaluación del yuan el año anterior. Estas noticias se han retirado a un segundo plano, ya que los operadores se han enfocado en eventos locales, según Ilya Feygin, estratega sénior en WallachBeth Capital.
Preocupaciones que van del ritmo de los aumentos de tasas hasta la desaceleración en el crecimiento de las ganancias corporativas, pasando por la disputa comercial con China, han afectado los mercados estadounidenses y desencadenado patrones que no se veían desde hace siete años.
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