Las expectativas para la economía de Argentina se deterioraron el mes pasado en medio de una reorganización del liderazgo del banco central y una revisión del acuerdo con el FMI con el objetivo de apuntalar las finanzas del Gobierno, según la encuesta mensual de economistas, el " Relevamiento de Expectativa de Mercados", del Banco Central publicada el martes por la noche.
La segunda mayor economía de América del Sur se contraerá un 2,5% este año y un 0,5% en 2019, frente a las previsiones de agosto de una contracción del 1,9% y un crecimiento del 0,5%, según la encuesta. El Gobierno pronosticó el mes pasado que Argentina se encamina a una recesión de dos años. En enero, los economistas en la misma encuesta anticipaban un crecimiento del 3 por ciento para 2018.
Se espera que la inflación alcance el 44,8 por ciento este año, mucho más alta que la proyección del 40,3 por ciento en agosto, y más del doble del 19 por ciento previsto a principios de año. El peso argentino se encamina a terminar el año en 43 pesos por dólar. A comienzos de 2018, los analistas anticipaban que la moneda despediría el año en aproximadamente 22 por dólar.
La encuesta se realizó entre el 26 y el 28 de septiembre, después de que Argentina llegase a un acuerdo revisado con el Fondo Monetario Internacional la semana pasada para una línea de crédito de US$57.000 millones. Un día antes de que el banco comenzara su encuesta mensual, Luis Caputo renunció al cargo de presidente del banco central, citando razones personales. Guido Sandleris asumió las riendas del organismo.
Según el acuerdo actualizado, el FMI está acelerando el ritmo de los desembolsos a Argentina para que pueda cubrir fácilmente todos sus pagos de deuda el próximo año, en el que el presidente Mauricio Macri presentará de nuevo su candidatura a las elecciones. A cambio, Argentina está acelerando los dolorosos recortes de gastos para alcanzar un equilibrio fiscal el próximo año, un año antes de lo que se esperaba. También está adoptando una política monetaria estricta con el fin de reducir la cantidad de efectivo en circulación en un intento por frenar la inflación.