Los agentes del orden público advirtieron que un grupo de milicianos podría estar conspirando para atacar el Capitolio de Estados Unidos el jueves, un día vinculado a las teorías conspirativas de que el 4 de marzo es el “verdadero día de la investidura”.
“Hemos obtenido información de inteligencia que muestra un posible complot para irrumpir en el Capitolio por parte de un grupo de milicias identificado el jueves 4 de marzo”, informó el miércoles la Policía del Capitolio de EE.UU. en un comunicado. “Estamos tomando en serio la inteligencia”.
Por separado, el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) emitieron un boletín conjunto de inteligencia el martes por la noche sobre extremistas que discutían llevar a cabo ataques en el Capitolio entre el 4 y el 6 de marzo, dijo Melissa Smislova, una alta funcionaria de Seguridad Nacional, a dos comités del Senado el miércoles.
La advertencia de la policía no entregó detalles, aduciendo a la “naturaleza sensible de esta información” que se produce dos meses después de un ataque al Capitolio por parte de partidarios extremistas del entonces presidente Donald Trump, que dejó un saldo de al menos cinco personas fallecidas. La Policía del Capitolio y la policía federal han sido criticadas por no actuar más rápido en base a información de inteligencia que indicaba que las protestas del 6 de enero podrían volverse violentas.
La advertencia es sorpresiva porque se produce un día después de que el sargento de armas interino Timothy Blodgett dijera a los legisladores que la Policía del Capitolio no tenía indicios de que grupos viajarían a Washington para protestar o cometer actos de violencia.
Sin embargo, Blodgett señaló que habrá mayor seguridad el jueves debido a las conspiraciones infundadas que circulan entre los grupos extremistas.
Alaina Gertz, portavoz del Departamento de Policía Metropolitana (MPD, por sus siglas en inglés) de Washington, dijo que “el MPD no discute tácticas operativas. Sin embargo, continuaremos monitoreando y evaluando la información en colaboración con nuestros socios locales y federales para garantizar la seguridad del público”.
En una señal de las persistentes tensiones en la capital de EE.UU., unos 5.000 soldados de la Guardia Nacional siguen desplegados en Washington tras los disturbios del 6 de enero. Los funcionarios del Pentágono dicen que tienen previsto retirarse a fines de la próxima semana a menos que se les solicite permanecer. Además, los terrenos del Capitolio permanecen rodeados por cercas altas de alambre de púas con puntos de acceso limitados, un perímetro que se estableció después del ataque del 6 de enero.
Las últimas alertas siguen las advertencias de los funcionarios de seguridad nacional de EE.UU., incluido el director del FBI, Christopher Wray, de que los extremistas nacionales representan la mayor amenaza terrorista para el país y tienen la intención de llevar a cabo ataques, especialmente después de los disturbios, que intentaron interrumpir la ratificación del presidente Joe Biden.
Amenaza de "metástasis"
“El problema del terrorismo interno ha estado haciendo metástasis en todo el país durante mucho tiempo y no desaparecerá pronto”, dijo Wray durante una audiencia en el Senado el martes. El FBI declinó comentar sobre la nueva advertencia de amenaza de la Policía del Capitolio.
El 4 de marzo había sido el día oficial de las transmisiones del mando presidencial hasta 1933, cuando la 20ª Enmienda de la Constitución designó el 20 de enero como el día en que un presidente asume el cargo después de una elección, según la Biblioteca del Congreso. Las personas asociadas con el movimiento conspirativo de extrema derecha QAnon han hecho circular una afirmación infundada de que Trump tomará posesión el 4 de marzo.
HV