Esta semana, más de 25.000 miembros de la industria de los videojuegos llegarán a San Francisco para la reunión anual para los apasionados, conocida como la Conferencia de Desarrolladores de Juegos.
Este año, sin embargo, más personas de lo habitual están prestando atención. Google presentará un servicio de videojuegos, cuyo nombre en código es Project Stream, que, según se informa, permitirá a las personas jugar Fortnite y otros títulos modernos en un navegador web o en un televisor usando hardware de bajo costo. Si tiene éxito, el sistema podría representar el cambio más grande en el mercado global de los videojuegos, de US$180.000 millones al año, desde que Super Mario saltó de las salas de juego a la sala de estar.
Google ha estado probando en privado Project Stream desde el otoño pasado y acaba de promocionar su anuncio previsto para el martes con un video. El servicio ofrecerá juegos por demanda, en lugar de por descarga, y se espera que sea compatible con los juegos más rápidos y llenos de gráficos, sin necesidad de una PlayStation, Xbox u otra consola de juegos de gama alta. No está claro si funcionará con los dispositivos existentes de Google como Chromecast o Google Home o si requerirá que los jugadores compren hardware nuevo.
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Sin embargo, el proyecto ya se está anunciando como un portento del futuro de la industria, donde los juegos se transmiten por Internet y una nueva falange de pesos pesados podría dominar, no solo Google, sino Amazon.com Inc., Apple Inc., y tal vez incluso las empresas de telecomunicaciones. Los principales proveedores de la nube controlan centros de datos masivos, redes de entrega de contenido a la velocidad de la luz y otros activos que les permiten reducir el retraso asociado con los juegos en Internet. "Los juegos en la nube crean este momento en la industria donde empresas multimillonarias como Google y Amazon tienen la oportunidad de comprar su entrada, de la misma forma que lo han hecho con el video y la música", asegura Joost van Dreunen, director gerente de la firma de investigación de mercado Nielsen.
Google no es la única empresa que ve una oportunidad en la creación de una especie de Netflix para videojuegos. Nvidia Corp., un fabricante de chips no conocido por sus productos de consumo, fue uno de los primeros en vender una consola de juegos por streaming basada en Android, de Google. Amazon, mientras tanto, ha estado ocupado contratando a veteranos de los videojuegos como el responsable de la franquicia Command & Conquer.
Los grandes actuales en la industria de los videojuegos buscan fortalecer sus posiciones en caso de un posible cambio al streaming. Sony Corp. ha ofrecido un servicio de suscripción por años llamado PlayStation Now. Electronic Arts Inc. adquirió una empresa de streaming el año pasado y está construyendo una plataforma llamada Project Atlas. La semana pasada, Microsoft Corp. hizo una demostración de algo llamado Project xCloud, que permitirá a los jugadores participar en juegos de vanguardia como el piloto en línea Forza Horizon 4 desde casi cualquier dispositivo con una pantalla y una conexión a Internet.
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Los analistas sugieren que las empresas con experiencia técnica en infraestructura en la nube estarán mejor equipadas para competir. Una pregunta persistente gira en torno a los modelos de negocio. ¿Google y sus nuevos rivales venderán juegos individualmente u ofrecerán acceso a una gran biblioteca mediante suscripción, a la Netflix?
Lo averiguaremos con seguridad el martes, pero el analista de Wedbush Securities, Michael Pachter, cree que los principales productores de videojuegos no están del todo preparados para sacrificar los márgenes de ganancia y probar algo nuevo. Al igual que los estudios de películas, los creadores de juegos probablemente verán los ingresos por suscripción como canibalistas para su negocio principal de venta de juegos, dice. Los productores suelen ofrecer juegos antiguos o lanzamientos de bajo perfil a través de los productos de streaming. Como muestra la tibia respuesta a esos servicios, los jugadores quieren acceder a los títulos más recientes y modernos. "Todos quieren ser el Netflix de los videojuegos, pero estoy completamente seguro de que no funcionará", asegura Pachter.
Sin embargo, se apresura a agregar que los nuevos servicios de juegos en la nube podrían expandir el mercado, en lugar de robarle participación a las opciones existentes. "Hay un par de miles de millones de personas con acceso a Internet y solo 250 millones de consolas", dice Pachter. "Esto podría al menos duplicar la industria".