S&P Global Ratings rebajó la calificación crediticia de Argentina a solo tres niveles por encima de default, en momentos en que los inversionistas se preparan para una inminente recesión en un año electoral.
La calificación de la deuda soberana en moneda extranjera a largo plazo del país fue rebajada dos escalones, de “CCC+” a “CCC-”, según un comunicado emitido el miércoles. S&P también asignó una perspectiva negativa, citando los desequilibrios económicos y la incertidumbre política en torno a las elecciones de 2023.
Es la segunda rebaja de la calificación crediticia de la nación en menos de una semana, después de que Fitch Ratings recortara el viernes la calificación de la deuda en moneda extranjera a largo plazo del país a “C”, un nivel por encima de default.
“Las divisiones en todo el espectro político limitan la capacidad del soberano para implementar cambios oportunos en la política económica. Los mercados mundiales de capitales están cerrados para Argentina”, escribieron los analistas de S&P dirigidos por Lisa Schineller. “La grave sequía en curso ha exacerbado las presiones en el ya perturbado mercado de divisas”.
Calificación provisoria
S&P podría rebajar aún más las calificaciones en los próximos seis a doce meses, dependiendo de la ejecución por parte de la nación de un programa del Fondo Monetario Internacional, así como de la salud de su sistema bancario.
La agencia confirmó su calificación en moneda local a largo plazo de “CCC-”.
Los bonos en dólares de Argentina con vencimiento en 2030 subieron 1,4 centavos el miércoles, a 28 centavos, según datos de precios indicativos recopilados por Bloomberg.
LM