Desde Santo Domingo
Como en cada gira, la interna local está presente. Pero esta vez, Alberto Fernández se siente distinto. Está convencido de que viene logrando imponer sus ideas dentro del Frente de Todos y que su figura llegará fortalecida a la hora de la negociación por las candidaturas. El clima caribeño lo ayuda. Vestido con una típica camisa chacabana blanca, el jefe de Estado cerró ayer la Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo alzando su voz contra la guerra en Ucrania, el sistema financiero y los endeudamientos abusivos.
Ahora lo espera una de las tres principales imágenes de sus encuentros bilaterales cuando se reúna en el salón oval con el jefe de Estado norteamericano, Joe Biden.
En los poco más de siete minutos de discurso ante los miembros del foro regional que lo integran 22 países, el jefe de Estado explicó que “la humanidad aún se repone de los efectos de una pandemia, en el que el mundo central se enreda en una guerra inexplicable como la invasión rusa contra Ucrania que altera la economía global, en el que crujen los cimientos del sistema financiero internacional y en el que el clima observa cambios que anegan o secan territorios vitales para la humanidad” para anunciar que “la globalización está en crisis” y “se muestra frágil”.
La mención al ataque de Rusia contra Ucrania va más allá del documento final de la cumbre en el que se habla de los conflictos bélicos en general sin hacer mención a la guerra desatada un año atrás. Los jefes de Estado que participaron de este cónclave no pudieron llegar con una postura unánime sobre la guerra desatada por Rusia. Los presidentes de España y de Portugal presionaron hasta último momento para que se deje por escrito la condena al conflicto bélico en Ucrania, pero el rechazo de Venezuela, Cuba y Nicaragua hizo que esto finalmente no vaya a suceder. Solo se habló de “guerras”. Fue el canciller Santiago Cafiero el que le recomendó al Presidente que en su discurso no debía haber vacilaciones.
La Casa Blanca oficializó el encuentro bilateral entre Alberto Fernández y Joe Biden el miércoles 29
Sobre el contexto económico, el mandatario argentino explicó que “el capitalismo financiero hace temblar la economía cuando otra de sus burbujas cargadas de especulación explota inesperadamente. El mundo central, que pasivamente deja inflar esas burbujas, corre en socorro del sistema ante la explosión para que el efecto dominó que ya vivimos hace quince años no vuelva a asomar. A esta altura de los acontecimientos, con tanta concentración, con tanto juego especulativo, ya deberíamos entender que al sistema financiero actual no hay que socorrerlo más. Debemos cambiarlo drásticamente”.
A la espera de la confirmación de la Casa Blanca para el encuentro bilateral con Joe Biden que finalmente llegó ayer por la noche, el jefe de Estado envió un guiño a Estados Unidos al criticar al anterior presidente. “Nuestra América, en los años en los que Donald Trump gobernó en los Estados Unidos, sufrió un proceso de desintegración regional tremendo”, dijo.
También habló de discursos de odio y, tal como lo hace en cada presentación internacional, citó al Papa. “En un tiempo tan difícil como el que atravesamos, signado por un descontento social en el que encuentran eco los discursos del odio que castigan las democracias, estamos moralmente obligados a unir esfuerzos. Somos todos pasajeros de un mismo barco. Tenemos pues un destino común que nos convoca. ‘Nadie se salva solo’, nos diría Francisco”.
En uno de los pasajes más importantes del mensaje, volvió a hablar de las condiciones del Fondo Monetario Internacional sobre los países endeudados como el nuestro. “Asistimos a un escenario internacional caracterizado por elevados e insostenibles niveles de endeudamiento que condicionan el crecimiento de nuestros países. Las tasas y los sobrecargos que el Fondo Monetario Internacional impone a países endeudados resultan abusivos. Esa realidad colisiona con esa arquitectura financiera internacional que antes cuestioné”.
Bajo este escenario, el jefe de Estado pidió “acrecentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales y abogar por un mayor acceso a facilidades crediticias, a fin de impulsar el crecimiento y el desarrollo antes que la especulación”.
La sequía también tuvo un capítulo internacional. “Asistimos también a una amenaza creciente. La crisis climática pone en crisis la vida de nuestros pueblos y el desarrollo de nuestras economías”, adelantó Fernández para contar: “Hoy golpea a la Argentina una sequía histórica que compromete a productores, impacta sobre el valor de los alimentos y restringe recursos financieros esenciales para la recuperación económica y de ingresos de nuestra gente”.
Esta cumbre reencontró a Alberto Fernández con su par de Ecuador, Guillermo Lasso después del fuerte cruce que terminó con los embajadores de ambos países levantando la actividad protocolar. El ecuatoriano asumió ayer la presidencia pro tempore (PPT) de la cumbre que se lleva a cabo en Santo Domingo. Fernández y Lasso apenas se dieron la mano en un saludo formal y siguieron camino.
Este conflicto también había llegado a Chile cuando el ministro de Justicia de este país, Luis Cordero, denunció que los cuestionamientos que hizo Fernández al funcionamiento judicial de ese país son “impertinentes e impropios”. Se trata de una respuesta a los dichos del Presidente en la carta que le envió a Lasso en la que acusa a la Justicia de haberse “puesto al servicio de quienes persiguen opositores”. Más allá de las declaraciones del funcionario chileno, el viernes en Santo Domingo no hubo ninguna muestra de molestias por parte de su presidente Gabriel Boric. Es más: los cancilleres de ambos países confirmaron la visita de Fernández a Chile para el próximo 5 de abril. Boric estuvo hablando durante varios minutos con Cafiero. “Deben pensar que estamos peleados”, le dijo el Presidente cuando los periodistas chilenos quisieron hablar con el funcionario argentino.
La Casa Blanca oficializó la reunión bilateral
Cuando la Cumbre Iberoamericana llegaba a su fin, la Casa Blanca decidió formalizar la invitación para la reunión bilateral que tendrán el próximo miércoles Joe Biden y Alberto Fernández en la Casa Blanca.
El jefe de Estado argentino había recibido la comunicación informal, pero faltaba la comunicación oficial. No es un detalle menor: Biden ya debió suspender una vez el encuentro el año pasado cuando se contagió de coronavirus. La invitación se retrasó unos días, ya que Biden había estado hasta ayer en Canadá. Recién en suelo norteamericano llegaría la confirmación. El Presidente volaba a Estados Unidos hoy a la mañana. En cuatro horas de viaje estará en Nueva York, en donde lo esperan encuentros con empresarios. El martes partirá a Washington para terminar de preparar el encuentro bilateral. Allí se sumará el ministro de Economía, Sergio Massa. Después de 20 años un peronista vuelve a la Casa Blanca. Néstor Kirchner, con George W. Bush, había sido el último.
