La vacuna rusa Sputnik V, el tratamiento desarrollado por CanSino Biologics Inc. y otras vacunas contra el covid-19 que utilizan un virus del resfriado que en el pasado trajo consecuencias indeseadas deberían demostrar que no hacen a las personas más vulnerables a contagiarse de VIH antes de obtener la aprobación en Sudáfrica, dijo el titular de una empresa local que desarrolla vacunas.
El tratamiento de CanSino, Sputnik V y otra vacuna que está desarrollando ImmunitiBio Inc. utilizan un microorganismo patógeno inofensivo del resfriado llamado adenovirus tipo 5 (Ad5) para transportar el material genético del SARS-Cov-2 a las células de los pacientes y desencadenar una respuesta inmune.
El sistema causó problemas hace más de una década cuando una vacuna experimental contra el SIDA desarrollada por Merck & Co. que utilizaba el virus del resfriado fue vinculada a un alza en el número de contagios por VIH, tras lo cual la investigación se suspendió.
Un aumento en la susceptibilidad al virus que causa el SIDA es especialmente preocupante en Sudáfrica, que tiene la mayor carga de VIH del mundo, con hasta 7,8 millones de personas contagiadas.
La advertencia de los científicos
Los científicos pusieron este riesgo de relieve en una carta publicada en octubre pasado en la revista médica The Lancet, que decía que las vacunas contra el covid-19 que utilizaban el mismo vector que la de Merck “podrían aumentar de manera similar el riesgo de contraer VIH entre hombres que reciban la vacuna” e hicieron un llamado a una evaluación.
Hay otras vacunas que también utilizan este método –se conocen como vacunas de vectores virales–, pero no todas tienen el mismo microorganismo patógeno. Los tratamientos contra el coronavirus de AstraZeneca Plc y Johnson&Johnson utilizan otros adenovirus. En el caso de la Sputnik V, cuya vacuna de refuerzo difiere de la original, solo la segunda dosis usa un adenovirus tipo 5 como vector.
Nunca se esclareció por completo la razón por la cual la vacuna de Merck hizo que algunos receptores se volvieran más propensos a contraer VIH, dijo Morena Makhoana, director ejecutivo de Biovac, la firma estatal sudafricana de desarrollo de vacunas. “En este momento, hay cierta asociación entre el Ad5 y el VIH, pero eso no significa que haya un vínculo directo”, indicó.
Hallazgos “controvertidos”
CanSino reconoció los antecedentes relacionados con el VIH cuando publicó en mayo sus resultados clínicos preliminares en The Lancet e indicó que el vínculo entre el mayor riesgo de contagio y las vacunas con Ad5 como vectores era “controvertido y su mecanismo no está claro”, pero que monitorearía a los participantes de manera preventiva.
El fondo estatal de inversión directa de Rusia, que respaldó el desarrollo de la Sputnik V y está a cargo de su implementación internacional, dijo que no hay una conexión confirmada entre las vacunas con vectores de adenovirus tipo 5 y el riesgo de VIH. Datos de estudios a pequeña escala fueron luego contradichos por análisis más grandes, dijo un portavoz en un correo electrónico.