El líder norcoreano, Kim Jong-un, mostró su voluntad de reanudar las estancadas negociaciones nucleares, y autoridades surcoreanas señalaron que quería "lograr la desnuclearización" durante el primer mandato del presidente estadounidense, Donald Trump.
Kim dijo el miércoles a enviados de Corea del Sur que estaba dispuesto a aceptar "medidas más enérgicas" para restringir su programa nuclear y quería una declaración con Estados Unidos para poner fin formalmente a la Guerra de Corea, señalaron las autoridades. Una cuenta distinta de los medios estatales de Corea del Norte señaló que Kim le dijo a la delegación que quería avanzar en la desnuclearización, sin mencionar a EE.UU. o Trump.
"Él quería poner fin a cerca de 70 años de hostilidad entre Corea del Norte y EE.UU. y lograr la desnuclearización dentro del primer mandato del presidente Trump", dijo el jueves en Seúl a la prensa el titular de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, quien encabezó el viaje de un día a Pionyang. El presidente surcoreano, Moon Jae-in, también acordó reunirse con Kim en la capital de Corea del Norte del 18 al 20 de septiembre, el primer viaje de ese tipo en 11 años.
Los comentarios de Kim sobre el mandato de Trump, si se expresaron con precisión, representarían su primer compromiso con algo parecido a un cronograma de conversaciones nucleares con el líder de EE.UU. Pero interpretarlos requería varias advertencias: Kim solo dijo que quería realizar la desnuclearización antes de principios de 2021 –no dijo que se comprometía a hacerlo– y no dio una definición más clara para el plazo, algo que se ha convertido en un escollo con EE.UU.
Avance improbable
La declaración de Kim Jong-un fue "significativa", pero es poco probable que logre un avance si no ofrece algo más sustancial a cambio de una declaración de paz, según Kim Byung-yeon, profesor de economía de Corea del Norte en la Universidad Nacional de Seúl. "Parece más probable que EE.UU. tome medidas si Corea del Norte ofrece algo más concreto", dijo.
El viaje de los surcoreanos a Pionyang se produjo en medio de los crecientes desacuerdos sobre el ritmo y la secuencia de las iniciativas para eliminar el arsenal nuclear de Corea del Norte y finalmente poner fin a la Guerra de Corea de 1950-1953. Si bien Trump y Kim Jong-un se comprometieron durante su histórica cumbre celebrada en junio a "trabajar para la completa desnuclearización de la península coreana", no definieron lo que eso significaba ni proporcionaron un cronograma para llevarlo a cabo.
La frase "desnuclearización completa" –término que siempre ha preferido Corea del Norte– podría interpretarse como un impedimento para que bombarderos y submarinos estadounidenses con capacidad nuclear operen cerca de Corea del Sur. Firmar un tratado de paz sin un acuerdo de desarme también conlleva riesgos para EE.UU., porque podría legitimar el control de Kim sobre la mitad de la península y socavar los fundamentos para estacionar cerca de 28.000 tropas estadounidenses en la península.
El portavoz de Moon, Kim Eui-keum, dijo que Trump le había pedido a Moon durante una conversación telefónica antes del viaje que actuara como "jefe negociador" entre EE.UU. y Corea del Norte. El presidente estadounidense entregó a los enviados de Moon un mensaje para que entregaran a Kim Jong-un, quien dio a los funcionarios una declaración para enviar a la Casa Blanca.
Chung, el enviado de Corea del Sur, dijo que Kim Jong-un subrayó la necesidad de una declaración de paz y dijo que ese paso no requeriría el retiro de las tropas de EE.UU. Se esperaba que a las 8 p.m. hora de Seúl, entregara un informe a su homólogo estadounidense, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, indicó la oficina de Moon.
’Cuna de la paz’
Previamente el jueves, los medios norcoreanos señalaron que Kim Jong-un había pedido nuevos esfuerzos para "llevar a cabo la desnuclearización de la península de Corea" durante las reuniones con los enviados. El informe indica que era la voluntad del líder "eliminar completamente el peligro de un conflicto armado y el horror de la guerra en la península de Corea para convertirla en la cuna de la paz sin armas nucleares y libre de una amenaza nuclear".
"El Norte y el Sur deberían incrementar sus esfuerzos para llevar a cabo la desnuclearización de la península coreana", dijo.