El presidente Donald Trump hizo un llamado al resto del mundo para aislar a Irán y dijo que una campaña estadounidense de "presión económica" frenaría la agresión de la república islámica, en su segundo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Trump declaró en su discurso que Estados Unidos, bajo su liderazgo, había alcanzado nuevas metas económicas y militares. Aunque se postuló para el cargo con la promesa de "Hacer a América grande otra vez", dijo que sus logros beneficiarían al mundo.
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"Estamos defendiendo a EE.UU. y al pueblo estadounidense, y también estamos defendiendo al mundo", dijo.
Irán tomó el lugar de Corea del Norte como el principal antagonista en el segundo discurso de Trump en la Asamblea General. El mandatario dijo que aunque había reemplazado "el fantasma del conflicto" con Corea del Norte "por una nueva y audaz campaña por la paz", las tensiones con Irán han aumentado desde el acuerdo nuclear de 2015 firmado por el expresidente Barack Obama.
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"Pedimos a todas las naciones que aíslen al régimen de Irán mientras continúe su agresión", dijo Trump.
El régimen del país utilizó los beneficios obtenidos por el acuerdo para aumentar su presupuesto militar en un 40 por ciento y fortalecer la represión de su pueblo, dijo Trump, calificando el acuerdo de "un golpe de fortuna" para los líderes del país.
"Los líderes de Irán siembran el caos, la muerte y la destrucción", dijo Trump. "Los líderes de Irán saquean los recursos de la nación para enriquecerse ellos mismos y extender el caos en el Medio Oriente y más allá".
Pero después de amenazar con "destruir totalmente" a Corea del Norte en su discurso ante la ONU el año pasado, Trump no fue tan belicoso con Teherán. "EE.UU. lanzó una campaña de presión económica para negar al régimen los fondos que necesita para avanzar en su sangrienta agenda", señaló.
’Realismo basado en principios’
Trump comenzó alardeando de los logros de su administración y la fortaleza de la economía estadounidense desde su elección, haciéndose eco de los discursos que realiza en las concentraciones de campaña en todo el país. Los comentarios provocaron risas en la audiencia.
"No esperaba esa reacción, pero está bien", dijo Trump.
Trump describió una política exterior estadounidense a la que llamó "realismo basado en principios" que a veces rechazaría el pensamiento convencional sobre las relaciones internacionales. Dijo que la ayuda exterior de EE.UU. se dirigiría solo "para aquellos que nos respetan y que son, francamente, nuestros amigos".
"No seremos rehenes de viejos dogmas, ideologías desacreditadas y de los llamados expertos que, se ha demostrado, han estado equivocados a lo largo de los años, una y otra vez", señaló.
Destacó a China por el "abuso" en sus prácticas comerciales y dijo que los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo "están, como de costumbre, estafando al resto del mundo. Defendemos a muchas de estas naciones por nada", se quejó.
"No vamos a tolerar por mucho más tiempo estos procesos horribles", afirmó. EE.UU. es el mayor proveedor de ayuda externa, "pero pocos nos dan algo" a cambio. Es por eso que estamos analizando con detenimiento la asistencia extranjera".
Especulaciones sobre reunión
Antes de su discurso, Trump desestimó cualquier especulación de una reunión con el líder de Irán. "A pesar de las peticiones, no tengo planes de reunirme con el presidente iraní, Hassan Rohaní. Tal vez algún día en el futuro", escribió Trump en Twitter. "¡Estoy seguro de que es un hombre absolutamente encantador!".
Cuando ingresó a la ONU, dijo a los periodistas: "Esperamos tener una gran relación con Irán, pero no sucederá ahora".
Funcionarios iraníes han señalado que no han solicitado una reunión con Trump y que no aceptarían una. Ali Akbar Velayati, asesor de política exterior del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, calificó la idea de una reunión como un "sueño frenético" de Trump y sus altos funcionarios que "nunca se volverá realidad", según la agencia estatal de noticiasIslamic Republic News Agency.
El discurso de Trump repitió el tema del año pasado de "soberanía" como una virtud suprema para las naciones.
"EE.UU. no les dirá cómo vivir, trabajar o rendir culto", dijo Trump. "Solo les pedimos que honren nuestra soberanía a cambio".
Trump retiró a EE.UU. del acuerdo nuclear iraní de 2015 y firmó un acuerdo en principio con Corea del Norte para abandonar su programa nuclear. Su consigna de "máxima presión", que anteriormente describía una serie de sanciones globales contra Corea del Norte, ahora se ha adaptado al enfoque de la administración contra Irán.
’Palabras duras’
El miércoles, Trump será el anfitrión de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU centrada en la proliferación de armas de destrucción masiva por parte de Irán y otros países.
"Pueden apostar que el presidente tendrá duras palabras bien merecidas para el régimen iraní, que es uno de los peores violadores de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, si no el peor del mundo", dijo el lunes a la prensa el secretario de Estado, Mike Pompeo.
En tanto, Rohaní dijo el lunes en una entrevista con NBC News que la campaña de presión de Trump no llevaría a su gobierno a la mesa de negociaciones. EE.UU. tendría que volver a unirse al acuerdo nuclear negociado por el predecesor de Trump, Barack Obama, señaló.
Además del discurso de Trump y la sesión del Consejo de Seguridad, Bolton y Pompeo tienen previsto asistir el martes por la tarde a un evento organizado por un grupo llamado United Against a Nuclear Iran. El Departamento de Estado organizará un evento el viernes por la mañana para "hacer un llamado a apoyar los derechos humanos en Irán" que incluirá a exprisioneros políticos iraníes y varios funcionarios de la administración Trump.
Trump pasó gran parte del discurso exponiendo su visión mundial de "EE.UU. primero", incluida su afirmación de que todos los líderes mundiales deberían dar la prioridad a sus países como naciones soberanas. El mandatario ha enmarcado su decisión de retirarse del acuerdo con Irán, que mantiene el apoyo de varios aliados de EE.UU. y el visto bueno de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, como un tema de soberanía de EE.UU.