El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, enviaron señales de optimismo al inicio de su segunda serie de reuniones cara a cara, mientras el líder estadounidense intenta promover las conversaciones nucleares que se han estancado en gran medida desde su primera cumbre en junio. Los dos líderes se dieron la mano e hicieron breves comentarios antes de una reunión privada en Hanói el miércoles, con la que inició el seguimiento rico en simbolismo a la cumbre sin precedentes de Singapur.
Cenaron en el centenario Sofitel Legend Metropole Hanoi, junto con unos cuantos altos funcionarios, incluidos el secretario de Estado, Michael Pompeo, y el número 2 de Kim, Kim Yong Chol. Sentado junto a Kim, Trump dijo que su primera cumbre en Singapur fue "muy exitosa" y aseguró: "Creo que esta será igual o mejor". También dijo que Corea del Norte "tiene un potencial económico tremendo. Espero poder verlo suceder". Kim sonrió a lo largo de los comentarios de Trump y dijo que los líderes se están reuniendo a pesar de "las miradas de desconfianza, los malentendidos en todas partes y las prácticas hostiles y antiguas" que han intentado detenerlos desde su última reunión.
Kim: "Haré todo lo posible"
"Estoy seguro de que se logrará el gran resultado que todos estarán contentos de ver, y haré todo lo posible para que esto suceda", dijo Kim, vestido con un traje negro de Mao, en coreano. Más tarde, en la cena, Kim dijo que él y Trump "intercambiaron un diálogo muy interesante durante unos 30 minutos". Se esperan anuncios más sustanciales el jueves, cuando Trump profundice más en su acuerdo del año pasado para "trabajar en la desnuclearización total de la Península Coreana". Si bien Kim se ha abstenido de probar armas desde que lanzó un misil en 2017 capaz de golpear EE.UU., no se ha comprometido a revelar o desmantelar su arsenal nuclear, y parece haberlo expandido.
Trump desestimó la especulación sobre los resultados de la cumbre de Hanói el miércoles, a la vez que dio a entender que podría involucrar a aliados y adversarios regionales en las conversaciones nucleares. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien realizó una visita oficial a Vietnam pocos días antes de que Trump y Kim llegaran a Hanói, dijo esta semana que las conversaciones de seis partes para la desnuclearización –que Corea del Norte abandonó en 2009– deberían reanudarse si las relaciones entre los dos países mejoran, de acuerdo con el servicio de noticias TASS, de Rusia.