La eurozona ya ha entrado en una recesión “superficial” provocada por el aumento de los precios de la energía y durará hasta fin de año, según economistas de UBS Group AG.
La economía de 19 naciones se contraerá un 0,1% en el tercer trimestre y un 0,2% en el cuarto, predijeron los analistas el jueves en un informe a clientes. A pesar de eso, mejoraron su perspectiva para todo el año después de un sólido desempeño en los tres meses hasta junio. La previsión de crecimiento para 2023 se redujo al 0,8%, desde el 1,2%.
“A la luz de nuevos aumentos significativos de los precios de la energía, que implican una mayor presión sobre el consumo de los hogares y la inversión fija, ahora esperamos que la eurozona sufra una recesión técnica”, dijeron los economistas encabezados por Reinhard Cluse.
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Una suposición crucial es que los precios del gas natural seguirán subiendo, pero no habrá escasez grave. Si el racionamiento fuera necesario, “el daño económico probablemente sería mucho peor”, dijo UBS.
La desmejorada perspectiva se condice con los datos del jueves sobre la disminución de la confianza entre las empresas alemanas, así como las encuestas de esta semana de S&P Global que muestran que la actividad de la eurozona se contrajo por segundo mes consecutivo.
Los economistas de Morgan Stanley también se han vuelto más pesimistas y pronostican una contracción de la eurozona más profunda que antes, a partir del cuarto trimestre.
“Vemos un impacto más duradero de esta crisis energética en el próximo año, ya que esperamos que los precios más altos y la incertidumbre sobre el suministro de energía persistan hasta bien entrado el invierno 2023-24”, indicaron los analistas liderados por Jens Eisenschmidt. “Sin embargo, no todo es sombrío, y seguimos pensando que una recuperación seguirá a este período débil, impulsada por un repunte en la inversión pública y privada”.