Como si la sequía o la ola de calor no fueran suficientes para los cultivos del campo, ahora hay alertas por la presencia de una plaga de langostas que podría repercutir exponencialmente en la producción y en lo que se refiere a su valor. Con el fin de ampliar esta información, este medio se puso en contacto con la investigadora del INTA, María Guillermina Socías.
“Estamos ante la presencia de observación de mayor abundancia de la especie en su zona de cría permanente, o sea que no sería descabellado pensar que tengamos poblaciones elevadas”, comentó María Guillermina Socías. “Se están haciendo los monitoreos, seguimientos de la especie y de las distintas fases de desarrollo que se encuentran en este momento a nivel campo y los monitoreos orientados a evitar una explosión demográfica”, agregó.
La plaga de langostas se encuentra en una etapa preventiva
Posteriormente, Socías planteó: “Estamos en una etapa preventiva, es decir, orientar y maximizar los monitoreos”. Luego, manifestó que, “podemos encontrarnos con adultos que están entrando en la etapa reproductiva, por ello vamos a monitorear estos adultos y después las zonas de ovipostura que ocurren a nivel suelo y teniendo certeza de los sitios de oviposición, empezar a hacer un seguimiento de los nacimientos de ninfas para luego hacer la aplicación de un sitio sanitario”.
De ser baja la densidad poblacional no causarían daños
“Esta especie se caracteriza por tener polifenismo de fases, es decir, pueden tener una etapa solitaria y una etapa gregaria”, sostuvo la entrevistada. “Cuando las poblaciones son bajas, vamos a encontrarnos la etapa solitaria de la especie, no es una especie que cause daños en este momento porque las densidades poblacionales son bajas”, complementó.
A qué se debe el aumento de masa poblacional
Por otro lado, la investigadora del INTA señaló: “Cuando se presentan ciertas características ambientales benignas para la especie, es decir, inviernos con temperaturas más elevadas de las normales y precipitaciones más elevadas de las habituales, eso permite que en vez de 2 ciclos de la especie a nivel anual, se presente un tercero”. Sobre la misma línea, explicó que, “ese tercero que ocurre entre primavera y verano es el que permite el crecimiento poblacional, el aumento de las densidades y la formación de las mangas”.
A modo de cierre, Socías expresó: “Lo que hay que hacer es seguir con los monitoreos, intensificarlos, pedir la colaboración de los productores y de la comunidad en general, ante avistamientos de adultos o oviposturas en los campos, hacer la detección, el informe y la denuncia ante el SENASA”.
