En diálogo con Canal E, el economista Santiago Fraschina analizó el impacto de la suba de la inflación mayorista de abril y explicó los riesgos del modelo económico basado en deuda y dólar apreciado.
Impacto de la inflación mayorista
“La inflación mayorista se termina trasladando a la inflación minorista”, advirtióel entrevistado, al analizar el aumento del 2,8% registrado en abril, el más alto desde julio de 2024. Según el economista, esta suba está directamente relacionada con las expectativas devaluatorias generadas en el contexto de negociaciones inciertas con el Fondo Monetario Internacional.
“El productor, si le suben los precios de sus insumos, lo traslada a precio, y eso sí impacta al consumidor”, explicó, detallando que el efecto de la inflación mayorista no se percibe de inmediato, pero sí afecta a toda la cadena productiva con consecuencias directas sobre los precios al consumidor.
Certidumbre cambiaria y rol del FMI
Fraschina señaló que el Gobierno logró cierta estabilidad cambiaria gracias a los dólares obtenidos del FMI y del sector agroexportador, lo que ha generado una “tranquilidad del tipo de cambio” momentánea. Sin embargo, aclaró que el panorama a futuro depende de la disponibilidad de divisas.
“Si el Gobierno no consigue los dólares, se renuevan las expectativas de devaluación y la inflación se va a acelerar”, alertó. En este sentido, subrayó que el sostén del tipo de cambio apreciado depende de mecanismos excepcionales y temporales, como los préstamos del FMI o los regímenes de blanqueo de capitales.
Riesgos estructurales del modelo
Para Fraschina, el esquema actual es frágil y con consecuencias a largo plazo. “Estos esquemas terminan explotando porque no lo podés sostener”, afirmó. El riesgo, explicó, es una eventual mega devaluación que derive en una nueva espiral inflacionaria.
Además, cuestionó el destino de los esfuerzos económicos del Gobierno: “¿Para qué todo este esfuerzo? Si fuera para aumentar el consumo o industrializar el país, sería discutible, pero ni siquiera para eso”. A su juicio, lo único que crece es el negocio financiero que se beneficia del dólar estable y la alta rentabilidad en pesos.
Deuda externa y desarrollo nacional
El economista denunció que sostener el modelo actual implica un fuerte endeudamiento externo, con cifras preocupantes: “Argentina es el país más endeudado con el FMI, con 63.000 millones de dólares, mientras Ucrania, el segundo, debe 10.000 millones”. Para él, este nivel de deuda compromete seriamente el desarrollo del país.
En este marco, planteó que la verdadera apuesta del Gobierno es lograr volver a los mercados internacionales, lo que implica seguir bajando el riesgo país. “Si logran abrir los mercados financieros internacionales, sí tienen chance de llegar tranquilos hasta fin de año”, reconoció, pero insistió en que eso implica hipotecar el futuro económico.
¿Hasta cuándo aguanta el modelo?
Respecto de la sostenibilidad del actual esquema económico, Fraschina fue categórico: “Hasta octubre llegan tranquilos con los dólares que consiguieron del FMI”. El escenario posterior, explicó, dependerá de si logran o no acceder nuevamente al crédito internacional.
“Todos los años es una apuesta del Gobierno a sacar dólares de donde sea para seguir sosteniendo este tipo de cambio apreciado”, sentenció, y concluyó que la estrategia actual no tiene correlato con políticas productivas o de fortalecimiento del mercado interno.
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