El mercado del vino argentino atraviesa uno de los momentos más difíciles de las últimas décadas. A la baja sostenida en las exportaciones se suma un derrumbe del consumo interno que preocupa a bodegueros y productores. En diálogo con Canal E, el periodista especializado José Luis Belluscio analizó los factores detrás de esta crisis y los desafíos que enfrenta la industria para recuperar competitividad, tanto en el país como en el exterior.
Exportaciones en caída: 14 años de retroceso
“Exportamos desde hace poco tiempo, unas dos décadas y media, y el año en que más vendimos al exterior fue 2011, cuando rozamos los 1.200 millones de dólares”, recordó Belluscio. Desde entonces, las cifras no dejaron de caer: “En 2024 exportamos 931 millones, incluyendo vino fraccionado, a granel, uvas frescas y pasas. Y en los primeros ocho meses de este año, el volumen bajó un 8,4% y los ingresos un 7,9%”.
El analista advirtió que, para igualar los niveles del año pasado, “habría que vender más de 100 millones de dólares por mes, algo complicado en el contexto actual”. No sólo por los problemas económicos locales, sino también por un escenario internacional adverso: “Francia, España e Italia también caen en sus exportaciones, y Francia incluso planea reducir sus viñedos en 100.000 hectáreas”, explicó.
El consumo interno, en picada
La otra cara de la crisis se da en el mercado local. “En 2006 el consumo per cápita era de 29,2 litros al año; en 2015 bajó a 23,8, y en 2024 llegó a apenas 16,3 litros”, detalló Belluscio. Según indicó, los últimos meses marcaron una fuerte caída en las ventas, agravando una tendencia que lleva años.
Además, las bodegas acumulan un stock vínico alarmante: “Hay vino guardado para once meses. Si no se elabora un plan de reconversión que contemple erradicar viñedos sin salida comercial y reemplazarlos por otros cultivos, estaremos en un callejón sin salida”, advirtió.
Espumantes: un respiro en medio de la crisis
Pese al panorama negativo, Belluscio destacó un dato alentador: “Los vinos espumosos crecieron un 0,8% el mes pasado y un 4,3% en lo que va del año”. Argentina exporta espumantes de alta calidad a mercados como Brasil, Estados Unidos e incluso Francia.
“Tenemos productos excelentes y los meses de octubre, noviembre y diciembre suelen impulsar el consumo por las fiestas. Eso puede ayudar a mejorar un poco las cifras generales”, concluyó el especialista.