Cuáles son las repercusiones económicas del conflicto en Medio Oriente
A los enfrentamientos entre Rusia y Ucrania e Israel y Hezbollah, la tensión con Irán pone a prueba la estabilidad de los mercados y economías mundiales.
Franja de Gaza, el 16 de abril de 2024, en medio del conflicto en curso en el territorio palestino entre Israel y el grupo militante Hamas. |
AFP
Ante el tiempo prolongado de conflictos bélicos y geopolíticos, el mercado financiero parece “acostumbrarse” a operar con ciertos mecanismos de tensión mundial.
Operar con incertidumbre
Para conocer en detalle cómo se llevan a cabo las operaciones financieras en un mundo en donde los precios, por dichos problemas, pueden ocasionar movimientos económicos bruscos, Canal E se comunicó con Ramiro Tosi quien explicó que al analizar la dinámica de los conflictos geopolíticos “es evidente que los factores que los impulsan tienen orígenes diversos”.
Según el entrevistado, al intentar establecer paralelismos entre el conflicto bélico aún vigente en Rusia y la reciente represalia de Irán contra Israel, se puede notar que, “los mercados financieros aprendieron a lidiar con esta creciente incertidumbre”. Y agregó: “Esto es especialmente cierto cuando el conflicto se mantiene encapsulado, sin que nuevos actores se sumen a la ecuación”.
En ese sentido, Tosi sostuvo que cuando los mercados comienzan a anticipar que la situación podría escapar de las manos y otros actores podrían intervenir, es cuando “se observa mayor volatilidad en los precios del petróleo, las acciones y los bonos del Tesoro”.
La repercusión en Estados Unidos
Por el lado de Estados Unidos, el entrevistado sostuvo que una escalada en este conflicto podría ejercer presión sobre los precios de los combustibles, situación que “el consumidor promedio observa de cerca” y que, además, “podría generar descontento social y afectar la economía”, dado que existe una interacción significativa entre variables claves como la inflación, el desempleo y el nivel de actividad económica.
Por otra parte, para Tosi, existe la teoría de que, “para reducir la tasa de inflación, a menudo es necesario aceptar un aumento leve en el desempleo, y viceversa”. “Por lo tanto, al diseñar y gestionar políticas económicas, es crucial adoptar un enfoque integral", agregó.
Al finalizar, dijo: “Si se considera una reducción en la carga impositiva para los sectores productivos, como una medida beneficiosa desde el punto de vista de la administración del comercio exterior, es fundamental evaluar cómo esto podría afectar el sector externo y las finanzas fiscales”.
