El consultor del mercado ganadero, Juan Luis Uccelli, pasó por Canal E y planteó una recomendación económica como sería reemplazar el tradicional vitel toné por “pork toné”, una alternativa que responde a la ampliación de la brecha del precio de la carne vacuna con la carne porcina.
Juan Luis Uccelli afirmó que, a diferencia de lo que ocurre históricamente en Argentina, en el mundo “la carne vacuna es la más cara. Después lejos venía la carne de cerdo, pero más barata la carne de pollo”. Esa lógica, que durante años estuvo desvirtuada en el país, finalmente comienza a acomodarse. Pero el ajuste no está siendo gradual: “Se marca una diferencia demasiado grande en muy poco tiempo”.
La brecha de precios entre la carne vacuna y porcina
Asimismo, explicó que, “el año pasado, la diferencia entre un pechito de cerdo y un asado, era 30% más barato el pechito. El pechito de cerdo está casi 50% más barato. Estamos hablando, o sea, que con un kilo de asado se compran dos kilos de pechito”.
En un contexto en el que “el cerdo está en la paz de los cementerios”, con precios planchados hace casi dos meses, la propuesta del “pork toné” es una forma de dar respuesta al bolsillo sin resignar tradición. “Estamos proponiendo que en vez de usar la carne vacuna, el peceto, usés la bola de lomo, la cuadrada, la nalga o el pechito de cerdo y no hagas exactamente igual que como haces el pechito vacuno”, planteó Uccelli.
Con respecto al caso de Uruguay, donde la diferencia entre ambas carnes es mínima, explicó: “Uruguay producía cerdos, pero apareció una enfermedad que aplicó de una forma muy difícil para todos los productores”. Como consecuencia, “hoy Uruguay depende del valor de la importación desde Brasil, la carne de cerdo es importada”.
Fuerte demanda de carne vacuna y poca producción
Para el entrevistado, lo relevante es que la carne vacuna seguirá cara en el mundo: “Hay una demanda importante y no hay un crecimiento importante de la producción, razón por la cual el precio va a ser importante”. En ese escenario, Argentina tiene una ventaja estratégica para exportar y, a la vez, reemplazar consumo local con cerdo: “Se pueden hacer las mismas comidas que se hacen con carne vacuna, con un costo mucho más barato”.
A su vez, recordó que mientras el cerdo y el pollo crecieron fuerte en las últimas décadas, la ganadería vacuna no acompañó ese ritmo: “Seguimos teniendo más o menos la misma población de vacunas, las mismas faenas que los últimos 15 años”.