Oscar Bravo, Secretario General del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos), relató a Canal E que el sector marítimo alcanzó un acuerdo transitorio para destrabar el conflicto en la pesca del langostino. Bravo explicó: “Pudimos llegar a un acuerdo transitorio por lo que queda de esta temporada. Lo que se perdió ya no pudo darse marcha atrás, pero al menos logramos un acuerdo que nos permitió salir a trabajar y llevar el sustento a nuestros hogares”.
El dirigente aclaró que la organización sindical resignó un 9% de la remuneración bruta por marea sin modificar el convenio colectivo. Además, Bravo sostuvo: “Cedimos al trabajador el 4% que normalmente recauda la entidad sindical para que el impacto fuera menor”. Detalló que sumaron el acuerdo de crisis 70-30, “70% no remunerativo, 30% remunerativo, resguardando aguinaldo, vacaciones y obra social”.
Bravo indicó que el acuerdo permitió que los barcos retomaran la actividad de inmediato. Afirmó: “El jueves pasado ya empezaron a llamar a la gente, el viernes se firmó y automáticamente se renovó la actividad”. Agregó que algunos buques aún permanecen en puerto por trámites de alistamiento. Resaltó que la normalización trajo alivio tanto para los trabajadores como para el sector empresario.
El sector exportador y la presión impositiva
Bravo señaló que el consumo interno es mínimo. Explicó: “No tenemos una educación de consumo interno, acá hablamos de pescas netamente exportadoras”. Consideró que hace falta un plan de difusión y reducción de impuestos para promover el consumo local. Además, remarcó: “Hoy estamos en el octavo lugar, pero el sector llegó a ser hasta el tercer ingreso más importante del país a nivel exportación”. Sostuvo que las políticas actuales no ayudaron y por eso piden una baja importante de costos impositivos.
Bravo advirtió sobre la competencia desleal con el langostino de cultivo Banamex y la manipulación internacional de precios. Indicó: “El langostino caladero salvaje tiene otras propiedades, otro producto, otro tamaño. La comparativa es muy desleal, pero competir con los costos impositivos locales se torna difícil”. Además, reveló: “En años prósperos, la actividad pesquera generó hasta 120.000 millones, de los cuales 20.000 millones quedaron como retenciones”. Explicó que el derecho a exportación ronda el 20% y afecta la competitividad del sector.
Costos, dólar y situación laboral
El referente de SOMU resaltó que la actividad sufrió inflación tanto en pesos como en dólares: “El atraso cambiario genera que los costos hoy no sean rentables y exportar no sea tan benévolo con el sector”. Luego expresó que los tipos de cambio diferenciados y la baja de retenciones siempre ayudaron a la pesca: “Ahora hay muchos despidos, muchos arreglos; en Mar del Plata bajó mucho el nivel de trabajo”. Además detalló que hay numerosos barcos parados porque no logran rentabilidad.
El dirigente explicó que están funcionando solo al 50% de la capacidad del puerto y advirtió que si las empresas tienen rentabilidad, los trabajadores también la generan en salarios y bienestar. Señaló la importancia de toda la cadena productiva, desde la renovación de flotas hasta el empleo local. Afirmó: “La pesca es el corazón de Mar del Plata y hoy está agonizando, necesita ayuda urgente”.
Infraestructura, inversión y futuro del sector
En tanto, Bravo afirmó que la industria naval se encuentra en crisis: “Las últimas botaduras fueron barcos pequeños para langostinos frescos en Rawson; los barcos rojos dejaron de fabricarse”. También expresó la necesidad de políticas rentables y sustentables que incentiven inversión. Dijo que Mar del Plata llegó a representar el 60% del PBI local por la pesca y hoy solo el 30% e insistió en la urgencia de planes económicos para reactivar el sector.
El secretario general celebró que la pesca argentina alcanzó una pesquería récord de 220.000 toneladas anuales de langostino y advirtió, sin embargo, que la sobreoferta hace que no se venda todo el producto. Finalmente, Bravo aclaró que el acuerdo es solo transitorio, hasta enero: “Firmamos el compromiso de volver a sentarnos para revisar el convenio colectivo y analizar el mercado y los costos”.