La presidente de la Sociedad Rural de Neuquén, Cecilia De Larminat, conversó con Canal E y alertó sobre el déficit hídrico histórico y la necesidad urgente de declarar la emergencia agropecuaria en la provincia. “Estamos muy preocupados porque en la cordillera, en los centros de esquí, no había nieve y eso a nosotros nos preocupa desde lo productivo”, explicó.
Cecilia De Larminat detalló que, “junio, julio y agosto es el periodo donde nosotros recibimos, en épocas normales, la mayor cantidad de precipitaciones”. Sin embargo, manifestó que este año los registros fueron mínimos: “Normalmente hay 150, 200 milímetros anuales, este año vamos con 83. En la zona del Huecú, el año pasado a esta fecha teníamos 460 milímetros y este año vamos 150”.
La sequía complica al sector ganadero
Asimismo, resaltó que la situación es crítica para la ganadería extensiva: “Todo lo que es la ganadería que depende del pastizal natural va a tener una situación muy muy complicada”. Por eso, relató que las entidades agropecuarias elevaron una nota solicitando medidas urgentes: “Pedimos también una mesa de trabajo con las áreas de gobierno que están involucradas directamente con la producción”.
Las consecuencias ya son visibles en el campo. “Esto de los animales bebiendo barro es así porque tenemos toda una zona de secano, hoy no tienen agua. Es una situación desesperante”, advirtió De Larminat.
La falta de agua empieza a perjudicar a los animales
En este escenario, una de las prioridades es descargar los campos: “La solución no es seguir con esos animales en el campo donde no hay nada para comer y nada para tomar, sino tratar de sacarlos antes de que sea demasiado tarde”.
Otro tema que preocupa es la flexibilización de la barrera sanitaria en la Patagonia. “Advertimos que esto iba a generar problemas en el reconocimiento como zona libre de aftosa sin vacunación que tenía la Patagonia”, señaló la entrevistada.
Sobre la misma línea, comentó que las consecuencias fueron inmediatas: “Desde Chile dijeron que a partir de esta resolución las reglas cambiaban, entonces ellos dejaban de reconocernos como libre de aftosa sin vacunación”. Ahora, explicó, se esperan auditorías internacionales que podrían afectar la comercialización: “Es una lástima porque es un trabajo de muchísimos años de toda la región”.