Entre la inflación, la crisis sanitaria y la pérdida del poder adquisitivo, la situación de los adultos mayores se torna cada vez más complicada. La opción que tenían algunas familias para acceder a una prepaga como respaldo en cuanto a nivel salud, en algunos casos, no está disponible debido a la falta de recursos. Con el fin de ampliar este panorama, este medio se puso en contacto con el gerontólogo y defensor de la tercera edad, Eugenio Semino.
“Hay un combo que pone en un riesgo mayor al que ya sufría la salud de la población, pero de los adultos mayores en particular, que tenemos una tasa más alta de utilización del sistema”, comentó Eugenio Semino. “La insatisfacción en términos de prácticas, tanto por parte de obras sociales como en Pami, ha llevado inclusive a que muchas familias pudieran acompañar ese sistema de atención con alguna prepaga”, agregó.
Las prepagas en función de auxilio ante la insatisfacción
Posteriormente, Semino planteó que, “ya no se puede sostener el nivel de aumento que han tenido las cuotas de esas prepagas”, por lo cual, “nos encontramos entre aquellos que tenían solo la prepaga y tienen que emigrar. Otros casos donde la prepaga era una rueda de auxilio a la insatisfacción que generaban prestaciones de diversos sistemas”.
El sistema de salud se encuentra completamente saturado
“Es gravísimo porque tanto un sistema como el otro, ya tienen un nivel de saturación muy grande, están absolutamente estresados”, sostuvo el entrevistado. “Esto ha estallado, no es observado por las autoridades sanitarias, no se ha expresado en este sentido el ministerio de salud, el sistema se encuentra sobrecargado y a la gente desesperada”, completó.
Las familias ya no tienen el presupuesto para acompañar las internaciones
Por otro lado, el defensor de la tercera edad señaló: “Esta problemática se traslada a la atención de tercer nivel, que tiene que ver con los pacientes crónicos o la internación geriátrica, que no está siendo satisfecho por esas obras sociales ni por las prepagas”. Sobre la misma línea, remarcó que, “Pami tiene una lista de espera eterna y las personas que tenían el acompañamiento de las familias para mantener esa internación no lo pueden hacer”.
A modo de cierre, Semino expresó: “Una familia que tenía un buen ingreso económico, cuando hicieron la internación de un paciente crónico a su costo, hace un año, en geriátricos de muy buen nivel, estaban pagando $1.600.000 y esa cuota se fue a $6.000.000”.
