En diálogo con Canal E, el analista político Federico González analizó la última reunión del PRO encabezada por Mauricio Macri y afirmó que en la política argentina “hacerse el distraído es casi un deporte nacional”.
“Más vale tarde que nunca”
Al referirse al intento de recomposición del PRO tras su alejamiento del oficialismo, González sostuvo que “es un deporte nacional hacerse el distraído”, aludiendo al modo en que los dirigentes buscan desligarse de responsabilidades pasadas.
“Contamos lo que nos favorece y omitimos lo demás”, ironizó. Para el analista, la postura de Macri responde a una reacción de preservación de identidad partidaria, aunque consideró que llegó tarde: “Más vale tarde que nunca”, dijo citando al refranero popular.
González celebró que dentro del PRO surjan voces que marquen distancia del gobierno libertario. “Me parece positivo que no haya ese servilismo que había hasta ahora”, destacó. Según su análisis, María Eugenia Vidal y otros referentes buscan “marcar la cancha”, mientras que algunos dirigentes, como Patricia Bullrich, “ya se sacaron la camiseta amarilla”.
El liderazgo de Macri y su desgaste
Consultado sobre el vínculo entre Macri y Milei, González lo definió como una relación inestable. “Ese juego es volátil”, explicó, porque Macri creyó que podría influir en el presidente, pero terminó desengañado: “Macri pensó que lo iba a dominar, y después pensó que Milei se iba a dar cuenta de que lo necesitaba. Pero se equivocó”, señaló.
Para el analista, el expresidente atraviesa una etapa de agotamiento político: “No se puede pretender ser un líder cuando te ningunean públicamente”. A su juicio, el exmandatario “aguantó mucho” en su rol de componedor, pero Milei “solo concede algo si se juega su supervivencia”.
González también reflexionó sobre la comparación entre el macrismo y el kirchnerismo: “Tanto Macri como Cristina siguen teniendo vigencia porque no hubo nadie que se les plantara realmente”. En esa línea, destacó una excepción dentro del PRO: “La única que se le plantó fue Patricia Bullrich. Cuando Macri coqueteó con Milei, ella pasó a la acción para preservar su espacio”.
¿Un PRO sin Macri?
Ante la posibilidad de imaginar al PRO sin su fundador, González fue contundente: “Lo veo enclenque”. Sin embargo, aclaró que el liderazgo eterno no existe: “Nada es para siempre”.
El analista consideró que el partido atraviesa una etapa de redefinición: “Todas las entidades buscan preservar su centro, quieren seguir existiendo”. Y advirtió que tanto Macri como Cristina Fernández de Kirchner mantienen influencia porque “no apareció nadie que se ponga realmente el bastón del mariscal”.
En ese contexto, González concluyó que los liderazgos en Argentina “duran hasta que alguien se anima a reemplazarlos”, y que el PRO deberá resolver esa transición para no quedar relegado en la escena política.