El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Javier Rotondo, analizó para Canal E la resolución del Senasa sobre fiebre aftosa y opinó sobre el discurso del presidente Javier Milei y las tensiones con los gobernadores.
Respecto de la decisión de eximir de la segunda dosis de vacunación contra la fiebre aftosa a partir de 2026, Javier Rotondo sostuvo: “Hemos tenido un esfuerzo que ya lleva 24 años de conseguir el estatus libre con vacunación, que es lo que nos ha dado la OMSA. Todos creemos en la posibilidad de ingresar a mercados más importantes, pero eso lleva un proceso, lleva unas etapas que no se puede hacer de la noche a la mañana o con un criterio político”.
La importancia de disminuir la vacunación
Sobre la resolución, valoró: “Lo celebramos porque es un avance, porque disminuir la dosis de vacunación es importante, pero siempre con monitoreo de actividad viral y con rigor científico”. Y aclaró: “No podemos tomar una decisión de decir queremos ser libres, queremos estar todos liberados a no vacunar de golpe. Tiene todo un trayecto”.
Rotondo remarcó que la decisión no fue improvisada. “Esta decisión surgió de un trabajo que ya lleva más de dos años, el pedido desde nuestra mesa de carne y de CRA para comenzar paulatinamente. Hay diálogo con las autoridades sanitarias, que tienen técnicos muy formados y que entienden esta lógica”, detalló.
Los puntos a tener en cuenta para eliminar la vacunación
Sobre el objetivo de dejar de vacunar, afirmó: “Estamos de acuerdo si compartimos la visión del Gobierno que tenemos que ir hacia un país libre sin vacunación, pero tiene un trayecto con mucho rigor y análisis técnico para no retroceder, que sería muy grave para el país”.
Con respecto al discurso del presidente Javier Milei, el entrevistado destacó un cambio de tono: “Considero que es un tono distinto, eso tiene mucho en lo gestual. Muchos compartimos el rumbo del equilibrio fiscal y que la lucha sin cuartel contra la inflación es innegociable”.
Pero también marcó deudas pendientes: “Nos hubiese gustado como sector que hubiese hecho alguna mención a disminuciones de presión fiscal muy necesarias y altamente reclamadas. Otra vez seguimos los productores agropecuarios siendo los garantes culposos del equilibrio del superávit, siempre la promesa pospuesta”.