En diálogo con Canal E, el politólogo y analista Gustavo Damián González consideró que el discurso del presidente Javier Milei fue un primer intento de moderación, pero advirtió que no es suficiente sin consensos reales.
El giro discursivo y la reacción de los mercados
El discurso del presidente Javier Milei, tras el duro revés electoral en la provincia de Buenos Aires, mostró un tono inusualmente calmo que no pasó desapercibido. “Ayer se lo vio con tono excesivamente moderado, casi no parecía al Presidente”, remarcó González, haciendo alusión a la ausencia de su habitual cierre y de miembros del gabinete durante la cadena nacional.
A pesar de ello, la postura económica se mantuvo firme. “Dejó claro dos cosas: que la cuestión económica sigue en pie y que va a hablar con gobernadores y con el Congreso”, explicó el analista. Entre los anuncios, se destacaron nuevas partidas para salud, discapacidad y universidades, aunque fueron comunicadas por cadena nacional, un canal que, según González, “el Presidente no debería utilizar para esto”.
Los mercados reaccionaron con cierta tranquilidad, al menos en el corto plazo. “Sí, convalidó, pero no es un cheque en blanco”, advirtió. Según el experto, Milei habló tanto al sector financiero como a la ciudadanía: “Es paradójico, porque presenta un presupuesto que debe aprobar el Congreso, pero le habla directamente a la gente”, analizó.
Gobernadores, alianzas y una estrategia insuficiente
La moderación discursiva también incluyó un mensaje hacia las provincias. El Gobierno busca apoyos para que el presupuesto avance, pero González considera que no alcanza solo con gestos. “Supongamos que le va muy bien en octubre: los números son insuficientes para gobernar solo”, afirmó.
Señaló que existen gobernadores dispuestos a dialogar, como los de Jujuy, Mendoza, Santa Fe o Chaco, pero también recordó las tensiones previas. “Es el presidente el que ha cortado los diálogos. Recordá que ha dicho que los gobernadores son defundadores seriales”, señaló, destacando que ahora se necesita reconstruir puentes para evitar una parálisis política.
Incluso mencionó casos puntuales como el de Misiones, donde se enviaron fondos en medio de negociaciones clave. “Necesita nuevos consensos. Ha mandado partidas particulares a Misiones, recordás muy bien aquellos senadores con peluca”, ironizó.
De cara a octubre, el desafío principal será movilizar al electorado ausente. “Hace dos semanas hubo un millón doscientos mil bonaerenses que no fueron a votar, y la mayoría es proclive a votar a La Libertad Avanza”, analizó González, sugiriendo que el presidente buscará reconquistar esa base electoral dormida.