En una nueva edición de Efecto Mariposa, el ex embajador, Jorge Argüello, reflexionó sobre la disputa global entre Estados Unidos y China, también destacó el rol de las potencias intermedias y las oportunidades que se abren para América Latina en este escenario de rivalidad estratégica.
“En la competencia estratégica entre China y Estados Unidos resurgen actores clásicos de estos escenarios históricos, las potencias medias. Son países con suficiente influencia como para amortiguar ese choque y al mismo tiempo sacar alguna ventaja de ello”, afirmó Jorge Argüello.
Cómo impacta el enfrentamiento entre China y Estados Unidos a América Latina
Asimismo, planteó la interrogante central: “¿Qué parte le puede tocar en ese juego a nuestra América Latina?”. Según explicó, la región tiene la posibilidad de desempeñar un rol estratégico si logra posicionarse con autonomía frente a las grandes potencias.
La discusión, señaló Argüello, no se limita al enfrentamiento directo entre China y Estados Unidos, sino que involucra un entramado más amplio en el que los países de tamaño medio o emergente pueden ganar margen de maniobra.
A su vez, trazó un paralelismo histórico para explicar la actual tensión: “Volvemos finalmente a ampliar nuestro foco. ¿Puede compararse la actual rivalidad China-Estados Unidos con aquella de la Guerra Fría con la Unión Soviética?”. También recordó que en el siglo XX hubo un símbolo concreto que definía ese enfrentamiento: “En ese siglo XX fue un muro, el muro de Berlín, el símbolo de la competencia entre Washington y Moscú”.
El nuevo foco en la relación de China y Estados Unidos
El ex embajador advirtió que la globalización transformó la naturaleza de la competencia entre las dos principales potencias. “Hoy, globalización mediante, Estados Unidos y China han tejido hasta acá otro tipo de relación, mucho más compleja”, sostuvo.
Esa interdependencia económica, tecnológica y comercial hace que los márgenes de acción sean diferentes a los de la Guerra Fría, cuando la separación entre bloques era mucho más rígida. La gran pregunta es si esa interrelación puede romperse de manera abrupta, a lo cual expresó: “¿Es posible ahora cortarla totalmente? Es posible”.