En diálogo con Canal E, el economista, Martín Simonetta, evaluó el escenario económico argentino y subrayó la urgencia de avanzar con un programa de reformas estructurales que garanticen sostenibilidad fiscal y competitividad.
“Argentina debe adaptarse al mundo con reformas sostenibles”
Durante la entrevista, Simonetta destacó que “Argentina está presionada a hacer reformas laborales, impositivas y previsionales”, señalando que el país enfrenta una “sábana corta” en la que cada decisión fiscal o estructural impacta en otros frentes.
El economista explicó que “el debate del presupuesto del próximo año tiene que ser una muestra de institucionalidad, algo muy demandado por el Fondo Monetario y los acreedores”, y enfatizó que la sustentabilidad a largo plazo será clave para mejorar el acceso a los mercados internacionales.
Según Simonetta, “sin capital político no se puede aplicar ningún tipo de reforma”, y subrayó que el gobierno actual cuenta con una oportunidad única para avanzar gracias al apoyo parlamentario y a un cambio de actitud en la relación con los gobernadores.
En ese sentido, planteó que el país enfrenta el desafío de “reducir la presión impositiva sin desfinanciar al Estado”, y advirtió sobre la necesidad de adaptar las leyes laborales a los estándares globales. “Hay que generar incentivos a la contratación y formalización del empleo”, añadió.
“Habrá ganadores y perdedores en una Argentina abierta al mundo”
Consultado sobre la efectividad de estas reformas, Simonetta, sostuvo que “la mayor parte de los países que funcionan tienen legislaciones más amigables para los negocios”, y recordó que Argentina aún “no tiene acceso pleno al mercado de capitales”.
“Es como un niño que empieza a gatear y no sabe con qué recursos va a contar para caminar”, graficó el economista, aludiendo a la fragilidad del financiamiento y la dependencia de la ayuda externa.
Al analizar el impacto sectorial de una apertura económica, advirtió que “claramente vamos a tener ganadores y perdedores”, mencionando que los sectores más beneficiados serían “las materias primas, el agro, los minerales y el gas”, que proveen dólares en el corto plazo.
Sin embargo, advirtió que “otros sectores requieren mayor maduración y estabilidad institucional” para poder crecer y generar empleo.
Simonetta alertó también sobre el riesgo de que las pymes queden rezagadas: “Para que las pequeñas y medianas empresas sobrevivan en un mundo global competitivo hay que bajarles los impuestos y no atrasar el tipo de cambio”.
Y concluyó: “Es un delicado equilibrio, porque las pymes son el verdadero motor del empleo y hay que sacarle peso de encima para que puedan competir”.