En diálogo con Canal E, Miguel Ponce, especialista en comercio exterior, advirtió que el contexto internacional y político en Estados Unidos podría estar condicionando el respaldo financiero esperado por el gobierno argentino.
Narcotráfico, escándalo y presiones externas
Según Ponce, las versiones que circularon durante el fin de semana en medios influyentes como The Economist, Bloomberg, Financial Times y The Wall Street Journal, hicieron foco en los presuntos vínculos entre un candidato del oficialismo argentino y redes de narcotráfico.
“Se empieza a hablar de narcolibertarismo, narcoliberalismo o libertanarco, como te guste”, afirmó Ponce, en referencia a cómo el caso resonó en la prensa internacional.
El especialista explicó que esta situación generó “una gran incomodidad en Washington”, especialmente teniendo en cuenta la postura activa del gobierno estadounidense contra el narcotráfico.
“Estados Unidos está bombardeando lanchas con droga, no puede apoyar a un presidente financiado por un narco que además es requerido por la justicia norteamericana”, sentenció.
Incluso se llegó a decir que estas denuncias ponían en riesgo la reunión prevista entre Donald Trump y Javier Milei, programada para el 14 de octubre. Según Ponce, sectores del gobierno estadounidense temían que las conversaciones del ministro Caputo en Washington quedaran contaminadas por este escándalo internacional. “Hay quienes aseguran que hasta la reunión de Bessett con funcionarios norteamericanos quedó incómoda por este tema”, agregó.
Elecciones en EE.UU. y un escenario económico tenso
El momento tampoco ayuda. Donald Trump enfrenta críticas por el estado de la economía estadounidense, con apenas un 36% de aprobación en gestión económica, y presionado por datos negativos como la caída del empleo y la suba de precios.
“Los asesores le recomendaron un discurso optimista: solo esperen hasta el próximo año”, explicó Ponce, señalando que el nuevo lema republicano busca calmar los ánimos de cara a las elecciones de medio término en 2026.
El impacto de los aranceles ya se empieza a sentir y hay temor entre los republicanos de que el malestar social afecte sus chances electorales. A esto se suma el endurecimiento del discurso de Trump, quien evita hablar de economía y prioriza temas como la inmigración y la seguridad interna.
“Trump está confiando en su instinto, le echa la culpa a la Fed y minimiza los datos negativos”, analizó Ponce, en relación con la reacción del presidente frente a la situación económica.
Finalmente, destacó un gesto llamativo: Trump llamó al presidente Lula para reconsiderar el conflicto arancelario, lo que sugiere un cambio de estrategia en un momento delicado para el comercio internacional y la política interna. “Está en marcha una reconsideración de los aranceles porque está siendo perdida esa batalla”, concluyó el analista.