La contadora Elisabet Piacentini, tributarista y especialista en pymes, remarcó a Canal E que por primera vez el proceso de recategorización del monotributo se realiza con fechas claras y previsibilidad: será del 15 de julio al 5 de agosto, con una actualización de tablas del 15%, correspondiente a la inflación del primer semestre.
Ese mismo porcentaje de aumento impactará en la cuota mensual, tanto en el componente impositivo como en los aportes jubilatorios y de obra social. Esto obliga a los contribuyentes a revisar su situación y hacer cuentas para saber si deben cambiar de categoría.
¿Conviene pasarse al régimen de Ganancia Simplificada?
Según Piacentini, hasta la categoría media conviene seguir en el monotributo: por un pago mensual que arranca en $37.000 se cubren impuestos, jubilación y obra social. En cambio, las últimas categorías pagan más de $1 millón mensual, por lo que allí puede ser más conveniente pasarse a Ganancia Simplificada.
Este nuevo régimen, que entraría en vigor en 2025, no exige detallar patrimonio ni revisar períodos anteriores. Representa un principio de “inocencia fiscal” y busca dar mayor previsibilidad.
Qué categoría corresponde según la facturación
Un contribuyente que factura $2 millones por mes (24 millones al año) quedaría, tras la actualización de julio, en la categoría E, con una cuota mensual de entre $85.000 y $90.000, dependiendo si presta servicios o vende productos.
El monotributo todavía conserva varios beneficios: evita retenciones, permite acceder a exenciones del impuesto al débito y crédito, y tiene una versión simplificada para quienes tienen un solo punto de venta. Además, hay un simulador oficial que permite estimar en qué categoría quedaría cada persona según sus condiciones.
¿Puede eliminarse el monotributo?
El FMI ha criticado el monotributo por incentivar la informalidad y desalentar la facturación. Sin embargo, Piacentini defendió el régimen como una herramienta útil para quienes emprenden o trabajan de forma independiente. De hecho, muchos nuevos monotributistas surgieron tras la pérdida de empleos formales.
También mencionó opciones como el monotributo con colaboradores y el monotributo social, que permiten la inclusión de pequeños trabajadores y oficios en la economía formal.