En diálogo con Canal E, el economista, Pablo Ferrari, sostuvo que el entendimiento con Estados Unidos “no es un tratado de libre comercio” sino un acuerdo desequilibrado que expone a la industria local.
“Es un acuerdo de Estados Unidos con Estados Unidos”
En el inicio de la entrevista, Ferrari cuestionó el carácter del proyecto bilateral: “Da la sensación de que es un acuerdo de Estados Unidos con Estados Unidos, pero que transcurre en Argentina”. Según explicó, la primera señal del desequilibrio es la cláusula de seguridad nacional que Washington puede activar de forma unilateral.
“Si Estados Unidos dice que no, no”, enfatizó, graficando que incluso si Argentina logra ser competitiva en algún sector exportador, ese acceso podría revocarse sin negociación.
Ferrari recalcó que esto impide hablar de un tratado de libre comercio propiamente dicho: “Esto directamente es absolutamente asimétrico”. Por eso afirmó que no ve creación de empleo vinculada al acuerdo: “Difícilmente se cree un puesto de trabajo nuevo para exportar algo a Estados Unidos”, ya que la industria local es menos productiva en la mayoría de las ramas.
El economista advirtió que sectores estratégicos como siderurgia, energía y minerales quedarían particularmente expuestos. “Argentina está perdiendo recursos naturales e industrias que, si se abren las importaciones, van a morir lentamente por un problema de productividad”, alertó.
Menos industria, más dependencia y riesgos en la “letra chica”
Al analizar el impacto sobre la industria automotriz, Ferrari coincidió con las inquietudes planteadas: la llegada de vehículos estadounidenses con aranceles reducidos podría desplazar producción local, uno de los pocos sectores con peso regional. Sobre la idea de “reconversión”, fue tajante: “No cualquiera se puede reconvertir”, señalando que la mayoría de las industrias locales no pueden competir con grandes corporaciones extranjeras.
En cuanto a los efectos laborales, afirmó: “Va a haber una disminución de puestos de trabajo”, ya que el acuerdo permite que Estados Unidos amplíe su mercado mientras Argentina queda reducida a proveedora de materias primas. También alertó por la falta de transparencia: “Siempre la letra chica es más complicada que la letra grande”, recordando antecedentes como cláusulas secretas del acuerdo de swap y la opacidad sobre el oro del Banco Central.
Consultado sobre posibles beneficios, Ferrari fue concluyente: “Sinceramente no logro ver ninguno”. Señaló que la industria nacional es condición básica para la estabilidad macroeconómica: “Si la mayoría quiere estabilidad, este no es el camino”, advirtió.