El consultor ganadero, Víctor Tonelli, en comunicación con Canal E, analizó el crecimiento del sector porcino, los créditos del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y el impacto de las recientes medidas del Gobierno sobre las retenciones.
Víctor Tonelli sostuvo que, “en el caso del sector porcino, es un crecimiento genuino. El porcino hace unos años atrás participaba en cuanto menos la mitad de lo que está generando hoy. Ha crecido enormemente y tiene por delante una de las expectativas de crecimiento más grande dentro de lo que es el sector agropecuario, o de las carnes para ser más específico”.
El enorme potencial del sector porcino
Asimismo, destacó que, “ellos tienen un plan estratégico de pasar de los 18 kilos a por lo menos 25 o 27 en los próximos 10 años. Yo creo que lo puede lograr perfectamente y tal vez, insisto, el sector que por costos, eficiencia y demandas tiene un enorme potencial. No sólo para la exportación, de la cual hoy tiene poco desarrollo, sino básicamente para participar muy fuerte en el mercado interno”.
Sobre el consumo per cápita, Tonelli comparó la situación local con el promedio mundial: “Tendría que estar duplicando mínimamente para llegar al nivel mundial o estar más cerca del nivel mundial. En el mundo, el pollo y cerdo representan el 80% del consumo de las tres carnes, para incluir la bovina. 80% pari passu, pollo y cerdo, digamos, entonces 40% y 40% y 20% del bovino”.
En ese sentido, explicó: “Acá la relación es totalmente diferente. Acá tenemos alrededor del 45% del bovino, 45 del pollo y solamente un 10%, un poquito más ahora, del porcino. Por lo tanto, todavía tiene un espacio de crecimiento enorme”.
En qué se basan los créditos del BICE
El entrevistado explicó los beneficios de los créditos del BICE, conocidos como valor producto: “Son proyectos muy específicos para un crecimiento genuino, no es tanto para capital de trabajo, sino para inversiones concretas, que puede ser tanto en el crecimiento de las reproductoras, las madres, como de las instalaciones que se requieren para que estos procesos sean eficientes”.
En este sentido, agregó que, “se pagan en un periodo acorde a la rentabilidad y al tiempo requerido por el productor o el esquema productivo y se pagan en un monto equivalente a precio capón, en el caso del bovino a precio de novillo, en un monto dado el número de kilos, con lo cual suba o baja la tasa de referencia que en algún momento puede ocurrir a favor o en contra, el productor siempre termina pagando un monto equivalente a tantos kilos de lo que efectivamente produce”.