El analista de la Fundación Mediterránea, Nicolás Campoli, en diálogo con Canal E, analizó la competitividad de los precios en Argentina frente a otros países del mundo. En este sentido, señaló que Argentina se encuentra cara en cuanto a bienes durables, sin embargo, no así en servicios.
Nicolás Campoli presentó los resultados de un informe que comparó precios en dólares de tres categorías, alimentos y bebidas, bienes durables y servicios, en diez países. “Para saber si somos competitivos depende, básicamente, del grupo en que nos fijemos”, explicó. Luego, afirmó: “Estamos relativamente caros en bienes durables e indumentaria y calzado y, todavía, seguimos relativamente baratos en el caso de los servicios”.
Argentina posee los alimentos más caros que en otros países
Respecto a alimentos y bebidas, señaló: “En alimentos y bebidas nos daba que en casi la mitad de los casos comparados, Argentina era más caro que el resto de los países”. Sin embargo, destacó que algunos productos siguen siendo competitivos: “La carne, solamente en Brasil es más barata. Y también la docena de huevos o el kilo de papas”. Pero otros se encarecen frente al mundo: “La botella de agua mineral o la lata de gaseosa son relativamente más caras en Argentina”.
Comparado con Brasil, Campoli dijo: “Estamos relativamente más caros en la mayoría de los grupos”, y si bien hay excepciones en servicios, “también en los bienes durables estamos más caros en casi todos los bienes”.
Servicios es una de las categorías en que Argentina sigue barata
En cuanto al rubro servicios, detalló: “Todavía salimos relativamente baratos en servicios como, por ejemplo, el gimnasio o el jardín de infantes”. En cambio, resaltó que, “estamos relativamente un poco caros en lo que es la comida, en los restaurantes”.
El analista explicó que esta diferencia responde a la teoría económica: “Por lo general, los países más desarrollados son más caros en los bienes no transables, que son básicamente los servicios”.
Sobre el tipo de cambio, advirtió que está por debajo de su media histórica: “Estamos un 30% abajo ahora del promedio histórico del dólar a valores reales”. Sin embargo, planteó que, “es un tipo de cambio que sale del mercado, un mercado al que ya se han sacado la mayoría de las restricciones”.
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