En diálogo con Canal E, José María Rodríguez Saráchaga, analista de discursos políticos, analizó el proyecto de reforma laboral enviado al Congreso y advirtió por qué considera que el sistema actual está agotado.
“Cuando presentás un proyecto es para negociar”: la dinámica real detrás de la reforma
Rodríguez Saráchaga destacó que la reforma laboral presentada por el Gobierno se enmarca en una estrategia de modernización “promercado”, pero recordó que todo proyecto ingresa al Congreso como punto de partida.
“Cuando vos presentás un proyecto es para negociar. Algunos artículos se bajarán, otros no se tendrán. El que no entienda esta dinámica no entiende cómo funciona la política”, afirmó.
El analista recordó intentos fallidos de reformas anteriores, desde la época de Alfonsín hasta la llamada “Ley Banelco”, que derivó en la renuncia de Chacho Álvarez.
“Desde aquella época hasta hoy es la séptima u octava intención de hacer una reforma laboral y nadie pudo. Nunca se hizo”, subrayó.
Al analizar puntos como el banco de horas y las indemnizaciones, Rodríguez Saráchaga insistió en diferenciar lo normativo de lo real. “Hay una cosa que es la legalidad y otra cosa que es la realidad. En la reforma laboral la idea es que tengamos más trabajadores en blanco”, señaló.
Incluso aportó una anécdota personal para ilustrar la informalidad estructural del Estado: “Yo trabajé en negro para la DGI… jamás trabajé 8 horas, siempre trabajé más”.
“La ley actual no sirve”: costos laborales, juicios y el temor empresario
El analista fue categórico al evaluar la estructura actual de la Ley de Contratos de Trabajo. “La Ley de Trabajo es absolutamente retrógrada, es arbitraria”, sostuvo, y agregó que muchos empleados prefieren la informalidad por un problema de costos: “Un empleado tiene un sueldo, pero el costo de ese empleado es enorme y parte de ese costo lo absorbe el mismo empleado”.
Criticó además el sistema judicial laboral, al que calificó como impredecible para el sector privado. Relató el caso de un empresario y músico reconocido que terminó perdiendo su local tras un juicio: “Alguien se ofendió, le hizo un juicio y se quedó con el local. Y esta historia la tenemos todos”.
Sobre el impacto potencial de la reforma en la contratación, insistió en que todo depende del texto final que se apruebe.
Frente al temor de los empresarios ante cambios de reglas con cada gobierno, Rodríguez Saráchaga fue contundente: “Ese es el riesgo país de Argentina. El problema de Argentina no es el presente, el presente tiene un pasado”.
Y cerró con una de sus comparaciones más gráficas: “¿Cómo sé que no son los tres días de sobriedad del alcohólico?”, preguntó, refiriéndose a la dificultad de confiar en una estabilidad que históricamente no se sostiene.