En los campos de Argentina, una chicharra está haciendo peligrar cosechas que rondarían los 7 mil millones de dólares. La densidad de su población y la incertidumbre sobre sus roedores acaparan el centro de la problemática para evitar que se produzcan daños significativamente económicos.
En aumento
Canal E se comunicó con el ingeniero agrónomo Javier Souza Casadinho, quien explicó que años atrás “esta chicharra ya aparecía como un problema en los cultivos”, tanto por la extracción de savia como por la posibilidad que tienen muchos insectos de inocular virus o bacterias.
Según el entrevistado, estos insectos se convirtieron en un problema mayor porque aumentó la densidad de población y “va a seguir aumentando” hasta llegar a otras provincias como Córdoba, Santa Fe y probablemente Buenos Aires.
Motivos de las plagas
Para Souza Casadinho, es importante analizar los motivos por los cuales un insecto se convierte en plaga. Y agregó: “Además del crecimiento de su población, los roedores y los parásitos naturales tal vez haga que tengan más fuente de alimentación”.
Además, cabe destacar que el cambio climático juega un papel importante. “Los cambios de temperaturas hace que este insecto abarque un área, se incremente la población y se constituya en un problema claramente económico para los productores y para el país”.
Métodos combativos
Con respecto a las formas en combatir una plaga, el ingeniero agrónomo explicó que hay que buscar estrategias tácticas especiales para lograr bajar descender la población y no recrear condiciones para que el insecto continúe creciendo. “Si solamente pensamos en el uso de plaguicidas, seguramente va a descender la cantidad de la población, pero no vamos a resolver el problema y van a seguir dándose las condiciones para que se regenere”, añadió.
Para finalizar, dijo: “En el país, décadas atrás, se trabajó a partir de las rotaciones agrícolas ganaderas. Esto tiene que suceder nuevamente para cortar el ciclo de algunos insectos, pero fundamentalmente también para nutrir mejor los suelos”.
