CIENCIA
una amenaza contra la musica en vivo

Artistas urgen a sus fans a no llevar celulares a los recitales

Mar de pantallas. La moda de grabar los conciertos y subirlos a Youtube enoja a los músicos.
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AFP
Cualquier aficionado a los conciertos musicales se ha encontrado alguna vez con la visión tapada por un mar de teléfonos móviles, que le han impedido disfrutar plenamente de toda la emoción del espectáculo. Cuando la actuación alcanza su máximo apogeo, lo que más se ve entre el público es el brillo de las pantallas de los celulares, una tendencia que va en aumento y ha llevado a algunos artistas a reaccionar.

“La gente que prefiere grabar un concierto a verlo con sus propios ojos está estropeando la esencia misma de la experiencia en vivo”, dijo Glenn Max, productor de Massive Attack, John Cale y Patti Smith. “Está claro para los artistas que el público está dejando de experimentar la música directamente, prefiriendo sentirla a través de su teléfono”, lamentó el director artístico del proyecto cultural Village Underground.

Por su parte, el vocalista del grupo de rock independiente The Charlatans, Tim Burgess, urgió a los aficionados a usar “la grabadora de nuestro cerebro”, que “tiene muchos mejores efectos que los que se pueden encontrar en un teléfono”. Según Glenn Max, además de arruinar el placer de los espectadores, esta práctica también molesta a las personas que actúan sobre el escenario. “Afecta tremendamente la experiencia del artista y a muchos niveles”, reclamó.

Los rockeros alternativos estadounidenses Yeah Yeah Yeahs tomaron cartas en el asunto y antes de un concierto en abril colgaron carteles en las puertas del Webster Hall de Nueva York que pedían a los fans que se abstuvieran de filmarles “por cortesía hacia la persona que está detrás” y hacia los propios integrantes del grupo.

La tendencia no está confinada sólo al mundo del rock. El pianista polaco Krystian Zimerman se marchó recientemente echando chispas del escenario del Festival de Piano del Ruhr, en Alemania, después de ver a un espectador filmando su actuación. “YouTube está teniendo un efecto muy destructivo sobre la música clásica”, dijo.

Las compañías discográficas, que ya han visto disminuir sus ingresos por ventas de discos, son propietarias de los derechos de grabación de la música de sus artistas, lo que significa que los promotores hacen “lo posible” para evitar las filmaciones ilegales. Sin embargo, gracias a estas grabaciones caseras, los fans que viven en países que no figuran en la ruta habitual de las giras musicales pueden hacerse una idea de lo que es un concierto en vivo.