CIENCIA
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Aseguran haber resuelto la misteriosa desaparición de la aviadora Amelia Earhart

Los huesos hallados en 1940 en la Isla de Nikumaroro son de la aviadora perdida en 1937, según una nueva investigación.

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Amelia Earhart, la primera mujer aviadora que cruzó el Atlántico. | dpa

La aviadora Amelia Earhart, quien ganó fama en 1932 como la primera mujer en volar sola sobre el Atlántico, despegó el 20 de mayo de 1937 de California esperando convertirse en la primera mujer en volar alrededor del mundo. Pero no lo logró. Su avión desapareció misteriosamente y muchos supusieron que su avión se había estrellado contra el agua. Un estudio reciente indica que es probable que huesos encontrados en 1940 a una isla del Pacífico sean los de Amelia Earhart.

La teoría más fuerte es que Earhart, de 39 años, y su navegante, Fred Noonan, de 44, se quedaron sin combustible y cayeron con su aeroplano Lockheed Electra al Océano Pacífico cerca de la remota Isla Howland Island en el último tramo de su aventura. Una de las teorías más populares es que aterrizaron en la inhabitada Gardner Island, ahora conocida como Nikumaroro, parte de la República de Kiribati, donde ella sobrevivió por un tiempo.

Para lograr develar este misterio, Richard Jantz, profesor emérito de antropología y director emérito del Centro de Antropología Forense de la Universidad de Tennessee (EE.UU.), reexaminó siete mediciones óseas realizadas en 1940 por un médico que había llegado a la conclusión de que los huesos pertenecían a un hombre.

Usando varias técnicas modernas, incluyendo “Fordisc”, un programa digital para estimar sexo, ascendencia y estatura de las mediciones esqueléticas, Jatz descubrió que aquel médico había determinado incorrectamente el sexo de los restos. Este programa, creado conjuntamente por Jantz, es utilizado por casi todos los antropólogos forenses certificados en Estados Unidos y en todo el mundo. Los datos revelaron que los huesos tienen más similitud con Earhart que con el 99% de los individuos en una gran muestra de referencia.

Jantz también comparó las longitudes de los huesos con los de Earhart. Sus longitudes de húmero y radio se obtuvieron a partir de una fotografía con un objeto escalable. La escala fue proporcionada por Jeff Glickman de Photek. La longitud de su tibia se estimó a partir de las medidas de su ropa en la Colección George Palmer Putnam de Amelia Earhart Papers en la Universidad de Purdue. Una costurera histórica tomó las medidas, que incluyeron la longitud de la entrepierna y la circunferencia de la cintura de los pantalones de Earhart.

"Esto apoya fuertemente la conclusión de que los huesos de Nikumaroro pertenecieron a Amelia Earhart", dijo Jantz. "Los huesos son consistentes con Earhart en todos los aspectos que conocemos o podemos inferir razonablemente". "Hasta que sea presentada evidencia definitiva de que esos restos no eran los de Amelia Earhart, el argumento más convincente es que son los de ella", dijo.

Junto con los huesos encontrados en 1940, un grupo de búsqueda descubrió parte de un zpato que se consideraba de una mujer, una caja sextante diseñada para contener un Brandi Navy Surveying Sextant, fabricado alrededor de 1918 y similar al del copiloto de Earhart, y una botella de licor Benedictine, algo que se sabía que gustaba a Earhart. Los huesos eventualmente desaparecieron, y lo que quedó fueron datos métricos limitados a cuatro medidas del cráneo y tres de huesos largos: la tibia, el húmero y el radio.